La Policía local de Castro ha descubierto que los vertidos ilegales de
inertes no han cesado en la pedanía de Sámano. Apenas unas horas
después de que los agentes precintaran el depósito de madera por
superar el límite permitido, algunos camiones abandonaban su carga en
otros puntos del área protegida.
El parque de madera está cerrado con cadenas y candados. Por eso,
algunas empresas no han dudado en acudir a otras zonas para dar salida
a sus residuos. «En concreto, una de ellas dejó material de relleno en
La Cava», relató un portavoz de la guardia urbana. Los propios vecinos
alertaron de la infracción, y los agentes llegaron a tiempo de
identificar a los infractores. Posteriormente, abrieron a la compañía
el correspondiente expediente sancionador. «Aunque están denunciados,
vigilaremos la zona para que estos hechos no se repitan», advierten
desde el cuerpo.
«Impunidad»
Los
vecinos aseguran que los vertidos ilegales se han reproducido en otras
zonas desde «el mismo día» de la clausura del depósito de madera.
Además del detectado por la Policía, los residentes han denunciado
sucesos similares en otros lugares como Tabernilla o junto el depósito
de agua de Sámano. A su juicio, la continuidad de estas prácticas se
debe a que los camiones han gozado hasta hace poco de «impunidad» a la
hora de descargar todo tipo de materiales.
El Ayuntamiento de
Castro paralizó el día 12 la actividad en el depósito de madera. Así lo
había ordenado el Gobierno cántabro una semana antes. El enclave fue
precintado para poner fin a los vertidos que sufría la zona, protegida
por su valor ecológico. El Ejecutivo regional consideró que se había
producido una «transgresión» del permiso para construir un parque
destinado a almacenar troncos. El promotor se había excedido en el
relleno y los vertidos superaban en 12 metros el límite permitido.
Extraído de: elcorreodigital.com