17 de agosto de 2011, 15:17
El partido ecologista CastroVerde sumará su voz a varios colectivos y ayuntamientos cántabros que están luchando contra la extracción de gas mediante el método de la fractura hidráulica o ‘fracking’. Este sistema que pretende emplearse en la zona occidental de Cantabria ha sido prohibido en varios países por los problemas de impacto ambiental que acarrea, al provocar la contaminación de los recursos hídricos y afectar a la fauna y flora.
El Gobierno de Cantabria otorgó en julio el Permiso de Investigación de Hidrocarburos nº 1 ‘Arquetu’ a la empresa Trofagás Hidrocarburos para desarrollar, a lo largo de seis años, un plan de explotación en una superficie de 24.876 hectáreas dentro de la zona de Saja-Nansa, proyecto que afectaría a varios pueblos: Ruente, Cabuérniga, Los Tojos, San Vicente de la Barquera, Cabezón de la Sal, Valdáliga, Rionansa, Udías y Tudanca.
Los vecinos de estos municipios han manifestado su preocupación y cuentan con el apoyo de la Mancomunidad Saja-Besaya, Ecologistas en Acción de Cantabria, ARCA, Mortera Verde, Democracia Real Ya, las asambleas 15-M de Cabezón de la Sal, Torrelavega y Santander, Agitación Rural, Regüelta y Asamblea contra el TAV.
Varios de estos colectivos han presentado un recurso para la anulación del Permiso de Investigación y se han desarrollado acciones informativas y de denuncia. Los activistas, a los que se suma ahora CastroVerde, están decididos a presentar una amplia oposición a este proyecto “letal para el medio ambiente y las personas” y denuncian el “total oscurantismo” al respecto de este tema, ya que ni siquiera los alcaldes de la zona afectada supieron nada hasta leerlo en la prensa.
Trofagás Hidrocarburos es una empresa con tecnología norteamericana y capital canadiense que pretende explotar gas natural en el subsuelo de Cantabria mediante el ‘fracking’. Los trabajos de investigación incluyen la perforación de cuatro pozos a gran profundidad. El método de fracturación hidrológica consiste en introducir enormes cantidades de agua a presión, mezclada con arena y productos químicos, que rompe las rocas bituminosas y libera el gas natural y otros gases y líquidos retenidos. Las sustancias añadidas al agua y los gases que se liberan afectan a las aguas subterráneas y superficiales, razón por la cual el ‘fracking’ está siendo cuestionado en Estados Unidos, donde se utiliza desde hace años. En Europa y España su aplicación es novedosa, pero ya hay países como Francia que se han posicionado en contra de esta tecnología por los riesgos que conlleva.
El Gobierno de Cantabria otorgó en julio el Permiso de Investigación de Hidrocarburos nº 1 ‘Arquetu’ a la empresa Trofagás Hidrocarburos para desarrollar, a lo largo de seis años, un plan de explotación en una superficie de 24.876 hectáreas dentro de la zona de Saja-Nansa, proyecto que afectaría a varios pueblos: Ruente, Cabuérniga, Los Tojos, San Vicente de la Barquera, Cabezón de la Sal, Valdáliga, Rionansa, Udías y Tudanca.
Los vecinos de estos municipios han manifestado su preocupación y cuentan con el apoyo de la Mancomunidad Saja-Besaya, Ecologistas en Acción de Cantabria, ARCA, Mortera Verde, Democracia Real Ya, las asambleas 15-M de Cabezón de la Sal, Torrelavega y Santander, Agitación Rural, Regüelta y Asamblea contra el TAV.
Varios de estos colectivos han presentado un recurso para la anulación del Permiso de Investigación y se han desarrollado acciones informativas y de denuncia. Los activistas, a los que se suma ahora CastroVerde, están decididos a presentar una amplia oposición a este proyecto “letal para el medio ambiente y las personas” y denuncian el “total oscurantismo” al respecto de este tema, ya que ni siquiera los alcaldes de la zona afectada supieron nada hasta leerlo en la prensa.
Trofagás Hidrocarburos es una empresa con tecnología norteamericana y capital canadiense que pretende explotar gas natural en el subsuelo de Cantabria mediante el ‘fracking’. Los trabajos de investigación incluyen la perforación de cuatro pozos a gran profundidad. El método de fracturación hidrológica consiste en introducir enormes cantidades de agua a presión, mezclada con arena y productos químicos, que rompe las rocas bituminosas y libera el gas natural y otros gases y líquidos retenidos. Las sustancias añadidas al agua y los gases que se liberan afectan a las aguas subterráneas y superficiales, razón por la cual el ‘fracking’ está siendo cuestionado en Estados Unidos, donde se utiliza desde hace años. En Europa y España su aplicación es novedosa, pero ya hay países como Francia que se han posicionado en contra de esta tecnología por los riesgos que conlleva.
+ información: http://fracturahidraulicano.wordpress.com