La pasada temporada de baños, la playa de Ezkerraldea, una de las más concurrida del litoral vizcaino con cerca de un millón de usuarios por campaña, quedó cubierta por una incómoda alfombra gris empedrada que avanzaba a lo largo de cerca del kilómetro de superficie para molestia y malestar de los vecinos y usuarios. Se estima que el volumen de piedras acumulado en estos momentos asciende, teniendo en cuenta que la altura de las piedras es de dos metros, a unos 10.000 metros cúbicos.
Incordio para usuarios En 2009, los servicios técnicos municipales pusieron de manifiesto que la problemática de acumulación de áridos en las playa de La Arena había "ido aumentando considerablemente, complicando cada vez más el tránsito por el arenal y el acceso de los usuarios al mar".
El diputado de Medio Ambiente, Josu Madariaga, a petición del grupo popular aclaró ayer en la comisión en Juntas Generales los trabajos de limpieza y de retirada de las piedras que se prevé llevar a cabo y que será realizado por Costas. Pese a no ser competencia foral, Madariaga explicó las diversas posibilidades que se habían barajado con el fin de atajar el problema. "Se consideró la posibilidad de machaqueo y extendido en la propia playa de La Arena, pero no era posible por el tamaño máximo de la arena. El vertido de la piedra al Puerto de Bilbao fue otra de las opciones, pero también fue desestimada", explicó el diputado.
Finalmente se optó por el triturado de la piedra y traslado a la vecina playa de Ostende. Los pedruscos esperan amontonados en la parte este del litoral, en Zierbena, en la zona conocida como el muro de Mariví y el antiguo vivero. Técnicos de Costas han efectuado las pruebas pertinentes para llevar a cabo la operación, que se baraja pueda ser a lo largo de este otoño.