El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de ejecución de la
línea eléctrica de alta tensión prevista entre la localidad cántabra de
Penagos y la vizcaína de Güeñes. La construcción de este tendido, que
correrá a cargo de la empresa Red Eléctrica de España S.A., supondrá
«una mejora en los niveles de garantía y seguridad del suministro» en
el País Vasco y «reforzará la protección del abastecimiento en
Cantabria», según apuntaron fuentes del Ejecutivo central.
Esta infraestructura, que también fue declarada ayer como «de utilidad
pública», permitirá evacuar la energía de varias centrales térmicas en
el Puerto de Bilbao y cercanías. El plan está contemplado en el
Documento de Planificación de los Sectores de Gas y Electricidad para
el Periodo 2002-2011-Desarrollo de Redes de Transporte con una entrada
y salida en la subestación de Abanto, que es objeto de otro proyecto.
El
tendido, que transportará 400 kilovoltios, cuenta con un presupuesto de
20,5 millones de euros y un recorrido de 75 kilómetros, de los que 14
discurrirán por territorio vizcaíno. Así, la línea atravesará los
municipios de Trucíos, Sopuerta, Muskiz, Galdames y Güeñes y enlazará
con el futuro tendido entre Penagos y Soto de Ribera, ya en Asturias.
Además, se convertirá en un importante paso para completar la red que
unirá Francia y Galicia a través de la cornisa cantábrica.
No
obstante, el proyecto Penagos-Güeñes no ha tenido una tramitación
sencilla. El plan fue presentado en la década de los 80, pero suscitó
una gran oposición popular y tuvo que ser rediseñado para que no
afectara a zonas de gran valor natural. La necesidad de la línea y la
declaración positiva de impacto medioambiental parecen haber aplacado
las críticas, aunque no en todos los sectores. De hecho, muchos grupos
ecologistas aún siguen sin ver el proyecto con buenos ojos.
Oposición en Castro
Por
otro lado, la iniciativa también se topó con una fuerte oposición en
Castro. El Ayuntamiento llegó a elevar un recurso de alzada ante el
Ministerio de Industria para exigir la modificación del trazado del
tendido. Los responsables municipales denunciaron que la
infraestructura invadirá zonas catalogadas como de Especial Protección
por el Gobierno de Cantabria. En las pedanías afectadas, Otañes y
Sámano, la línea aérea atraviesa el alto Ventoso y las vaguadas de
Calleja Mala y Herreros. Allí no hay poblaciones habitadas, pero sí una
gran riqueza natural, en la que destaca una colonia de buitres.
Los
ayuntamientos afectados no tendrán que conceder licencia de obras para
ejecutar el proyecto, ya que la red ha sido declarada de utilidad
pública.
Extraído de: elcorreodigital.com