Desde las estribaciones del monte Ventoso, en Castro, la mirada se posa en los montes vascos, en los aerogeneradores del superpuerto, en la bahía castreña y , más cerca, en la parte trasera de la Peña de Santullán, uno de los picos más emblemáticos del municipio. Desde allí, casi nada hace imaginar que, por delante, la montaña se encuentra horadada por una cantera.
Un vistazo al lateral oriental de la peña anuncia, no obstante, que la explotación sigue creciendo. Esa ampliación ha puesto en guardia a la plataforma vecinal Otro Castro Es Posible, que advierte de que la extensión de los trabajos de extracción está causando ya importantes daños ecológicos. «El inicio de la actividad en la parte oriental ha acabado con numerosos ejemplares de encina cantábrica y amenaza con destruir muchos más si, como están autorizados, amplían los trabajos hacia toda la zona trasera», aseguran desde el grupo.
El encinar es un ecosistema propio de la zona mediterránea. Sin embargo, las especiales características del terreno han propiciado su permanencia en Castro. «Estamos hablando de árboles de entre 200 y 300 años que forman parte de un conjunto de formas de vida muy peculiar en el que se mezclan especies autóctonas con otras propias del Mediterráneo, como el roquero solitario, la curruca cabecinegra, el alimoche, el milano negro o el halcón peregrino, todas ellas protegidas», detallan desde Otro Castro Es Posible.
Movilizaciones
La peña comenzó a ser explotada hace casi 40 años por una empresa de hormigones que, merced a un convenio con el Consistorio castreño, tiene permiso para aumentar la superficie excavada. Así, la cantera se extenderá en los próximos años «por una lengua de terreno que la llevará a las puertas del castro romano, declarado Bien de Interés Cultural, y que aislará del resto de la montaña, las cuevas de Bicuedrano», advierten responsables del colectivo vecinal. Estas galerías albergan también una gran variedad de invertebrados que se verán afectados por la actividad industrial». En un intento por defender la peña, los detractores de la cantera planean desarrollar distintas movilizaciones que incluyen una marcha hasta la emblemática cumbre y una recogida de firmas. Otro Castro Es Posible, tampoco descarta emprender acciones legales. «La peña es una señal de identidad del mismo nivel que Santa María», defienden.
Por su parte, el delegado municipal de Medio Ambiente, Juan Tomás Molinero, animó a los ciudadanos a llevar a cabo «las actuaciones que crean oportunas». El edil regionalista desveló que su departamento «ya ha denunciado ante el Gobierno de Cantabria la destrucción de encinas». Asimismo, reconoció que la recuperación paisajística de la zona de explotación en la que los trabajos ya han concluido no se realiza según lo acordado. «Aunque cumplen con parte de la recuperación, ésta no es de nuestro agrado, por lo que también hemos informado al Ejecutivo», anunció.
Extraído de: eldorreodigital.com