Pese a su juventud, Jesús Gutiérrez, ex diputado regional, dirige junto
a su hermano Fernando y siempre apoyados por su padre, Manuel Gutiérrez
Elorza, la afamada empresa 'Anchoas Lolín' de Castro Urdiales.
Gutiérrez analiza esta etapa tan delicada para el sector conservero,
-¿Hay o no hay anchoa?
-Estos dos años han sido muy
complicados, como todo el mundo sabe. En el 2004, se llegaron a pescar
unos 20 millones de kilos y en el 2005 casi no llegaron a los 500.000
kilos.
-Así de repente, ¿cómo por arte de magia?
-Es algo
que no sé si es magia o que la especie humana está haciendo algo mal
desde hace muchos años. El 2005 nos ha pegado un toque de queda y nos
alerta de que hay cosas que no estamos haciendo bien. Tenemos que
salvaguardar el ecosistema porque si no, nos vamos a cargar en este
caso la anchoa y nos podemos cargar el resto de peces que hay en la
mar. Creo que la anchoa no ha desaparecido sino que ha podido migrar a
otras aguas diferentes a las de la pesquería.
-¿El cambio climático ha afectado a la anchoa?
-Sí.
Lo podemos ver en este mes de noviembre que hace una temperatura
veraniega. Algo está funcionando diferente a como estaba funcionando
hace unos años. Vemos que los biólogos y especialistas en estos temas
andan de cabeza, y ellos no conocen todavía los comportamientos de la
anchoa. Nosotros, desde nuestra experiencia, sin ser científicos ni
mucho menos, pero si la experiencia de estos últimos 20 años, estamos
viendo que el pescado ya no está haciendo una ruta Sur Suroeste como
hacía antes, sino que también se va hacia los mares del Norte. Hace
unos meses biólogos de Noruega alertaban de esta situación que el
cambio climático provoca que especies como anchoa, sardina o merluza se
desplacen hasta mares que antes era impensable por las temperaturas.
-¿Y esas apariciones de bancos de bocarte en los últimos días?
-Es
el desorden de la naturaleza. Lo científicos no han dado una respuesta
a este fenómeno, lo que sí vemos es que ha aparecido en los últimos
años una especie de túnido (listado) que ha hecho que la anchoa haya
ido a morir a las playas por el acoso de este pez tan voraz. Este año
cuando el TAC fue de 5.000 toneladas, decían algunos que iba a ser
anchoa muy pequeñita. Pues bien, en el 2006, la anchoa que hemos
tenido, aunque fue escasa en capturas, ha sido de una grandísima
calidad: anchoa adulta (3 años).
-'Lolín' llegó a pagar un euro por cada anchoa del Cantábrico...
-Sí.
Nosotros toda la vida lo hemos hecho así. Este año hemos tenido que
pagar en una ocasión pesca de 24 granos a 24 euros. A mi padre le
decían que estaba loco porque era el que más pagaba, no es de ahora, es
de toda la vida. Decían que llegaría un momento en el que 'Lolín' no
podría soportar esos precios tan elevados, pero nosotros tenemos un
mercado muy estructurado en lo que es hostelería que siempre demanda un
producto de altísima calidad. Ya no sólo quieren que sea pescado del
Cantábrico sino que también tenga tamaño.
Extraído de: eldiariomontanes.es