El programa de rutas verdes pretende rehabilitar un total de 46 kilómetros en la parte más oriental de Cantabria
Todo el mundo ha oído hablar del programa de rutas verdes, aunque algunos lo prefieren denominar como 'Los caminos del Hierro', pero muy poca gente conoce su verdadera magnitud.
Este proyecto consta de 46 kilómetros que se encuentran en la zona más oriental de Cantabria. En concreto, las pedanías castreñas de Mioño, Lusa, Santullán, Otañes, Ontón, Sámano e incluido el casco urbano de Castro Urdiales forman este recorrido que contiene un alto valor arqueológico, cultural, patrimonial y natural. 'Los caminos del hierro' no son tan sólo un conjunto de rutas verdes. Cuentan con un altísimo contenido patrimonial siempre definido y vertebrado a través de los yacimientos de la arqueología industrial minera, lo que las convierte en auténticas rutas culturales.
«Son un instrumento de acceso al conocimiento de la naturaleza porque estamos hablando de rutas para disfrutar del ocio, del tiempo libre, del deporte, habilitables tanto para paseantes como para quien quiera practicarlas en bicicleta», señala Juanchu Bazán, impulsor del programa de Rutas Verdes en su calidad de director de la Escuela Taller de Castro Urdiales.
Javier López, guía de turismo activo, explica que el desarrollo del programa de rutas verdes del municipio «no sólo generaría un recurso de 45 kilómetros de recorridos, sino que daría acceso a otros entornos valiosos del municipio a través de derivaciones. En un futuro esta red de vías verdes podría articular una futura red de senderos, de recorridos más montanos».
En este proyecto existen tramos que coinciden con interesantes propuestas del POL (Plan de Ordenación del Litoral). Además, destaca que «hay un tramo que es un GRE-9, un sendero de Gran Recorrido Europeo, que recorre todo el litoral del Cantábrico desde Copenhague, hasta Lisboa y esta quedaría integrada dentro de ese GR».
Estos tramos discurren por zonas que medioambientalmente tienen mucha valía con lo cual se complementa el aspecto de senderismo y de recorrido a través de la arqueología industrial o del transporte de pasajeros (la vía férrea de Castro-Traslaviña). López señala con especial interés «el tránsito por Callejamala, en el valle de Otañes, tanto en los puertos del Pico de la Cruz como los Corrales y destacar el tramo costero entre Ontón y Covarón o entre Dícido y El Piquillo, que es de una calidad medioambiental y estética tremenda puesto que es la zona acantilada del municipio más inaccesible».
Piquillo
Ahora hace un año que se inauguró la ruta verde de 'El Piquillo', un tramo de 1,6 kilómetros, que forma parte de este programa. Pero todavía queda mucho camino por delante.
«Se está desarrollando todo muy paulatinamente. Los tramos que nosotros llamamos rutas interiores entre Santullán y Callejamala, Santullán y Herreros, están en fase de redacción del proyecto que lo ha encargado la consejería de Medio Ambiente y ferrocarriles españoles», señala Bazán con gran entusiasmo.
Extraído de: eldiariomontanes.es