En texto acompañado de fotografías muy esclarecedoras, la Asociación Ciudadana "Otro Castro Es Posible" ha denunciado el estado de los ríos de nuestro municipio, a los que califica como "ríos muertos". El escrito ha sido enviado a todos los grupos políticos del Ayuntamiento, a las asociaciones vecinales, y a las administraciones regionales con competencia en administración de aguas. Nos llama la atención además del putrefacto estado general de los ríos Cabrera y Sámano, los vertidos que se están haciendo en Santullán y el vertido de Eroski, frente a la Campa de San Pelayo, en Brazomar. Podéis ver la crónica con las fotos en la web de la Asociación "Otro Castro", en http://www.otrocastro.com. Reproducimos a continuación el texto de esta negra crónica:
RÍOS MUERTOS
Tenemos en Castro Urdiales unos ríos llenos de mierda, ríos que mueren o que están muertos; ríos contaminados, cloacas que son una vergüenza para los ciudadanos.
Hace poco, la Junta Vecinal de Mioño ha denunciado el estado del Río Cabrera. Esta Junta se ha ocupado del tramo que le toca, el Río Cabrera a su paso por Mioño, y muy especialmente en su tramo final entre la captación del suministro de agua y la desembocadura. El pasado domingo, 30 de julio de 2006, el hedor era ostensible a lo largo del casco urbano de Mioño, desde la Playa hasta la campa. El problema en este caso no es tan solo que se esté maltratando el río. El problema es que se está vertiendo mierda justo inmediatamente antes de ser captada para el consumo humano. Esto que es sabido desde hace muchos años se ha justificado muchas veces por el hecho de que el agua captada, aunque sucia, luego se depuraba para suministrarla al consumo humano. Nuestras noticias nos informan, sin embargo, de que unas aguas excesivamente tratadas con cloro son seriamente nocivas para el organismo. Creemos, por tanto, que se está atentando a la salud de los ciudadanos y esto se está haciendo con conocimiento de causa. Es una vergüenza.
Pero la vergüenza en el Río Cabrera fluye desde arriba. Hubiéramos querido ver tramos de río aptos para los sentidos, para la vida, trozos de ecosistema fluvial retenidos en nuestra memoria para siempre. Desgraciadamente no es así. Lo que nos deja el río es asco y una inmensa tristeza de hacia adonde va la miseria humana. Llegando a Santullán, al pasar la autovía vemos un vertido escandaloso. Es justamente el punto donde debiera verterse aguas de saneamiento previamente depuradas de todo el núcleo urbano de Santullán. Pero no es así; la mierda sale sin ningún tipo de tratamiento y se extiende río abajo hasta la captación de aguas de Mioño. Esta situación ya la habíamos denunciado hace un año al Ayuntamiento quien a su vez reprocha a la Junta Vecinal de Santullán el incumplimiento de hacer un correcto mantenimiento de la depuradora. Cuando planteamos el problema al presidente de la Junta Vecinal de Santullán se nos contesta que no, que el problema es culpa del Ayuntamiento, que la depuradora de aguas fecales no tiene capacidad para toda la gente que ahora vive en Santullán. Es vergonzoso y denunciable a todas luces que los políticos se estén echando mutuamente las culpas mientras el río muere.
La crónica se acompaña a continuación por dos fotos sacadas el pasado viernes 28 de julio desde un puentecillo que cruza el río Cabrera a unos 30 metros de la tubería que debiera echar agua de la depuradora de Santullán pero que al no funcionar vierte toda la mierda de las casas de esta pedanía directamente al río, conviertiéndolo en un curso de fango y mierda.
El río muere. El rió Cabrera ha sido convertido en una cloaca. Más arriba nos encontramos con el núcleo de Los Corrales y una urbanización construida sobre la ribera del río: más vertidos. Y muchos más en Otañes, otro ejemplo de desmesura urbanística.
Pero el río Cabrera no es la excepción. Si nos fijamos en el río de Sámano observamos un río ya muerto. Ya desde la desembocadura en la Ría Brazomar, durante el sábado y el domingo se nos ha presentado una sospechosa turbiedad, olor a saneamiento, manchas de gasoil, aceite y suciedad salpicando todo el curso de la ría. Justo en la represa, a la altura de Eroski encontramos un vertido de una sustancia grasienta y maloliente.
A continuación se nos muestra una foto de la ría de Brazomar a la altura de Chinchapa, frente al parque, en la que se nos muestra una tubería rosa, de aguas pluviales, pero que está vertiendo aguas sucias mostrando un aspesto blanquecino el agua que se extiende hasta la zona del Colegio Doctor Zapatero. El domingo el olor evidenciaba vertidos fecales, y otras sustancias. Frente al colegio, las fotos delatan una sustancia grasienta de muy mal aspecto: más arriba se ve claramente la procedencia de Eroski, desde un tubo que se dirije hacia las instalaciones del Hiper. Parte de esa sustancia se va mezclando con el agua alcanzando una tonalidad gris, y otra parte flota y baja con los movimientos de la marea hasta la desembocadura de la ría. Es escandaloso.
Probablemente ahora entiendan mejor el título de esta crónica.
Pero el destrozo no acaba aquí. Digamos que el desastre es directamente proporcional a la longitud del río. Justamente a la altura de Eroski, si se asoman a la ladera observarán un río seco, un río muerto, el no río de Sámano. No es normal, a pesar de las escasas lluvias que esto suceda en este tramo del río de Sámano. A partir de aquí este río sufre, además de vertidos sin depurar o mal depurados, las captaciones de agua que necesita el crecimiento de la población.
Las fotos que viene a continuación lo delatan: son las de un río seco sin agua y sin vida, justo cuando la ría de Brazomar deja de serlo para ver un río seco agotado por las captaciones y la pésima gestión del agua.
Así pues, no es sólo el Río Cabrera… son todos los ríos de Castro Urdiales. El diagnóstico sobre el Río Sabiote a su paso por Baltezana ofrece un panorama similar. Y si nos fijamos en los ríos urbanos, los de Castro, veremos un Río del Chorrillo maltratado por las obras de Flavia XXI, y el río de Campijo, cloaca urbana. Y los ríos en el monte, allí donde no llegan las urbanizaciones, no crean que se salvan de la destrucción: aquí es la excavadora que destroza cauces para facilitar las pistas forestales, o el vertido de residuos de la última corta de eucaliptos. Los ríos en Castro Urdiales solo existen en la medida de que puedan servir al negocio urbanístico.
Este es el diagnóstico. Es tan grave que debiera ser más preciso. Ni siquiera la Agenda Local XXI se ha ocupado de ello. Es más en el Informe Diagnóstico del la Agenda XXI dedicado a la gestión del agua se califica como “correcta – buena”. NO obstante, en más de una ocasión la Confederación Hidrográfica ha multado al Ayuntamiento por vertido de aguas fecales. Pero el desastre continúa. Al margen de la denuncia puntual de la Junta Vecinal de Mioño, y de la protesta de las Asociaciones de Sámano, no parece importarle a mucha gente que nuestros ríos se mueran. Hace tres años nuestra asociación en colaboración con un Ayuntamiento que inauguraba Tripartito organizamos unas jornadas sobre la Nueva Cultura del Agua, preconizando la mayor protección posible sobre la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos. Nada de eso ha sucedido en los últimos tiempos: se saca el agua de los ríos y les devolvemos mierda.
Ríos muertos por asesinato. Culpable: el urbanismo insostenible. Miles de viviendas construidas sin red de saneamiento. Cientos de viviendas ocupando indebidamente la zona de servidumbre fluvial. Urbanización de zonas inundables. Rellenos de cauces. Inoperancia en el mantenimiento de las depuradoras. Descontrol en la autorización de las depuradoras privadas. Vertidos contaminantes. Pero detrás de este urbanismo insostenible y egoísta hay personas implicadas, unos como autores, otros como cómplices, y los hay también que son colaboradores necesarios.
Y encima se quieren hacer más urbanizaciones. Hay quien sueña aún con un campo de golf. Y en Vallegón se proyectan un millón de metros cuadrados para nuevos pabellones industriales. Es la desmesura sobre la desmesura. Y venga licencias, y convenios urbanísticos.
El Plan de Ordenación del Litoral introduce por primera vez en la legislación cántabra dos conceptos que pretenden ser variables para controlar el crecimiento urbanístico. La Directora General de Urbanismo vino a llamarlas “indicadores de desarrollo sostenible”. Para decirlo en los propios términos en los que lo define el POL, la CAPACIDAD DE CARGA viene a ser “la aptitud de un área determinada para soportar una intensidad de usos, sin que se produzca un proceso de deterioro ambiental, social o cultural”. El segundo concepto es el de CAPACIDAD DE ACOGIDA, y se establece que para medirla “es necesario la existencia de recursos necesarios, con especial atención a los referentes al ciclo hidráulico; esto es al abastecimiento de aguas potables y al saneamiento de las residuales”. Pues bien, afirmamos, como lo han hecho ya otros técnicos y científicos, que el municipio de Castro Urdiales ha sobrepasado su Capacidad de Acogida, y la Capacidad de Carga en las zonas rurales no admite nuevos desarrollos habida cuenta del deterioro ambiental que están sufriendo estas zonas.
Nosotros denunciamos. Medios de comunicación, administración y ciudadanos deben conocer que nuestros ríos mueren. Ayuntamiento, Gobierno Regional, Confederación Hidrográfica, Juntas Vecinales… tienen que hacer algo.
Asociación Ciudadana Otro Castro es Posible
31 de Julio de 2006
(Insistimos, si queréis ver las fotos, visitad la web de la Asociación en http//www.otrocastro.com)
Otro Castro Es Posible denuncia la contaminación de los ríos
2 de agosto de 2006, 6:43