Estamos tan sumergidos en esta era de las tecnologías que no nos damos cuenta de los diversos efectos tanto positivos como negativos que pueden generarse a largo plazo. La introducción de los ordenadores personales y la utilización de Internet para usos comerciales puso patas arriba nuestra sociedad. Haciendo que poco a poco estas innovaciones y cambios hayan hecho hincapié en cada una de las actividades incluidas en nuestro estilo de vida, desde nuestro trabajo hasta las maneras de consumir el tiempo libre y de ocio.
A continuación, expondremos algunas ventajas e inconvenientes de la utilización de los medios digitales en favor o en contra de nuestro querido medioambiente.
El trabajo online o los nómadas digitales
Los trabajos, sobre todo en el sector servicios, se han digitalizado muy rápidamente. En un mundo cada vez más digitalizado, el portátil está dominando cada uno de los puestos de trabajo de grandes y pequeñas empresas. Desde multinacionales hasta empresas incipientes como las start ups ofrecen flexibilidad para trabajar desde casa, la cafetería de la esquina e incluso desde otro país ajeno al de la compañía. Esto supone varias ventajas tanto para las personas como para el medioambiente. El hecho que supone trabajar desde casa puede llegar a ser un incentivo para ahorrar tiempo en desplazamientos y mejor calidad de vida familiar ya que de alguna manera la unidad familiar tendría más tiempo para sí misma.
Otra de las grandes ventajas es el ahorro energético que las empresas tendrían ya que se evitaría tener que gastar muchos kilovatios de electricidad (ascensores, calefacción, escritorios, cocinas, aparatos eléctricos accesorios, etc.) así como en otro tipo de infraestructura. Por otro lado, los trabajadores ahorrarían en transporte público o incluso en gasolina para sus coches, ayudando así a preservar el medio ambiente y evitando liberar a la atmósfera el tan temible dióxido de carbono y otros gases nocivos para la naturaleza.
A parte de esta modalidad de trabajo flexible, desde casa, existe otra modalidad conocida como “nómada digital”, es decir, es un trabajador autónomo sin un despacho u oficina fija. Normalmente se nutre de una red de oficinas o espacios coworking como Coworking 12 en pleno centro de Alicante o la cadena de coworking italiana Talent Garden, afincada en el centro de Barcelona y desde estos espacios hace contactos, clientes y realiza su actividad diaria, aunque cualquier sitio es bueno para el autónomo digital, desde la recepción de un hotel hasta una cafetería, al fin y al cabo un enchufe y la conexión a Internet son sus herramientas básicas para ponerse a trabajar.
El entretenimiento online o las salas de juegos
Ahora imaginémonos la cantidad de electricidad malgastada en las salas de juego o incluso décadas atrás en los salones de máquinas recreativas. Sin duda estas salas consumen muchísima electricidad ya esté llena de clientes o vacía. Una ciudad como Las Vegas debe de consumir miles de kilovatios al día, a pesar de presumir de generar el 100% de su energía de fuentes alternativas. Hay que tener en cuenta que la ciudad está plagada de luces brillantes de máquinas tragaperras, de gigantes carteleras publicitarias de resorts y casinos, así como los cientos de miles de bombillas que hacen llamar la atención a cada uno de sus visitantes llegados de todo el planeta.
En un casino convencional en cualquier otra ciudad supone un gasto innecesario de recursos que podrían tener un efecto negativo en el medio ambiente a largo plazo. Sin embargo, Internet nos ofrece otra de sus ventajas y es la de poder acceder a más de 80 máquinas tragaperras, varios tipos de ruletas, juegos de carta como el blackjack y muchos más juegos desde un único lugar y pantalla como es nuestro ordenador o teléfono móvil con páginas web o aplicaciones móviles como las de Betway Casino para jugar sin la necesidad de tener enchufadas todas las máquinas que harían falta en un casino físico.
Los juegos de mesa de tablero tradicionales como UNO o Parchis también son un aliado del medio ambiente. Aunque cada vez son menos populares, si los comparamos con varias décadas atrás, se siguen vendiendo en la industria del entretenimiento. Con su uso no sólo podemos pasar un buen rato con amigos y familiares, sino que ahorraríamos energía ya que con un tablero y unas fichas tan sólo necesitaríamos la luz del día para poder jugar, a diferencia de los videojuegos a través de plataformas como la PlayStation de Sony o la Xbox de Microsoft.
Cine en casa y comida a domicilio
Existen otro tipo de aplicaciones que pueden ayudar a reducir emisiones a la atmosfera y gastos de transporte como por ejemplo la famosa Netflix, fundada en 1997 en Estados Unidos, fue concebida en pleno mundo del alquiler físico de películas donde era necesario tener una cadena de tiendas físicas y gastos elevados de consumo de electricidad y empleados por todo el país. Gracias al streaming online, Netflix desarrolló su plataforma con más de 700 series originales y miles de películas en cada una de sus versiones especificas por país. Por otro lado, y junto a Netflix, está UberEATS que nos ahorrará tiempo en la cocina, ya que podemos pedir cualquier comida a domicilio, y en el desplazamiento a un restaurante, es decir que nos traen la cena en motocicleta ahorrando el desplazamiento de varias personas lo que supone de nuevo un ahorro monetario y de contaminación bastante importante a lo largo de varios años.
Es obvio que nuestra sociedad necesita generar electricidad, si es alternativa mucho mejor. Lo que es más importante es que podamos ser más eficientes y flexibles y así poner un granito de arena en el desempeño para mejorar la calidad de nuestro medio ambiente y su consiguiente calidad de vida.