El nombre de Ataúlfo Argenta forma parte ya de un tiempo de la historia y del mito. Una nueva muestra documental y gráfica organizada en Castro Urdiales da un paso más en la tarea de acercamiento de la figura del director castreño a las nuevas generaciones. La exposición, que hoy se abre al público, viene a completar el itinerario de imágenes que se exhibió el pasado mes de enero en la Porticada santanderina, en lo que supuso la apertura oficial del 'Año Argenta'. Una doble evocación divulgativa, por tanto, de la trascendencia internacional y el reflejo del legado histórico del director cántabro a la música española.
En realidad, es un paso más dentro del programa exhaustivo que se prolongará con diversos actos y convocatorias hasta otoño. La conmemoración del 50 aniversario de la trágica y prematura muerte de Ataúlfo Argenta trata de reivindicar al director castreño como uno de los nombres más importantes que Cantabria le ha dado a la música.
La concejala de Educación y Cultura del Ayuntamiento, Concepción Carranza, presentó ayer la propuesta expositiva, 'Ataúlfo Argenta en Castro Urdiales', que ha sido comisariada por Rosa Conde, musicóloga y profesora del conservatorio municipal santanderino que lleva el nombre del director. El Centro Cultural La Residencia acoge este recorrido hasta el próximo mes de noviembre. Aunque la inauguración oficial no se producirá hasta próximas fechas, sí se abrirán al público hoy mismo las puertas de la muestra. Una cita que se ha abordado con la colaboración de la Obra Social de Caja Cantabria, el Instituto de Musicología y el Ayuntamiento de la villa.
La recopilación de materiales biográficos, artísticos y documentales, títulos y distinciones, fotografías y actas ha precedido al trabajo de esta muestra que ha sido posible gracias a la colaboración de Cristina y Margarita Argenta, hijas del compositor, que incluso han cedido una batuta y algunas medallas y distinciones históricas que recibiera el músico castreño, además de una partitura de la novena sinfonía de Beethoven con anotaciones y acotaciones del propio director.
En la configuración de 'Ataúlfo Argenta en Castro' ha sido trascendental el apoyo del Instituto de las Artes escénicas y de la Música Centro de Documentación Musical. La exposición está configurada y vertebrada por dos ámbitos que ilustran la imagen del músico: la perspectiva de la labor desarrollada al frente de la Orquesta Nacional y las visiones humanas, vivenciales y de simple evocación desde Castro.
Una cita integrada en su aspecto documental por cuatro espacios. La primera vitrina está dedicada a la infancia de Argenta en Castro, en donde se exponen fotografías del músico con su madre y su hermana. La segunda se constituye con una batuta con su funda, la partitura de la Novena sinfonía de Beethoven con anotaciones manuscritas y fotografías que testimonian su labor histórica como director. En la tercera, a modo de homenaje, se exponen la medalla de Alfonso X el Sabio entregada póstumamente a la familia Argenta gracias a la generosidad del Ayuntamiento de Castro, y se incluyen paneles con documentos esenciales en su vida: el Título de Hijo Predilecto de la Villa de Castro, el pergamino de Hijo Predilecto de la Provincia de Santander, y el título de Socio de Honor de la Cofradía de Pescadores de la villa. Además, se recogen en una vitrina cartas de la mujer del músico en las que se tramita la propuesta y realización del monumento a Argenta en Castro. En la última vitrina, reflejo significativo del legado del también pianista cántabro, se exponen grabaciones de su discografía, dos composiciones del propio Argenta, y programas de mano.
La segunda parte se configura con fotografías de un metro por un metro de Argenta con la ONE y del director con los principales solistas de la época. Estas imágenes se ubican en cubos que conforman un puzzle a la entrada de la sala, al tiempo que se completa la exhibición con tres vitrinas en las que se exponen programas de mano de las actuaciones de Argenta y la ONE.
En total se han reunido veinte fotografías de gran formato en las que se aprecia la expresión, la iconografía y los vínculos históricos de Argenta con la ONE. Como aspecto singular, la exposición recoge los títulos que Cantabria y Castro ofrecieron a Argenta, tanto en vida como con carácter póstumo.
La exposición, finalmente, cuenta con una columna vertebral musical de 50 minutos en la que se podrá escuchar nueve fragmentos musicales, de los cuales dos son sonatas para piano y violín, donde Argenta toca el piano, y otras audiciones de Argenta director junto a célebres intérpretes del siglo XX. Asimismo, la muestra cuenta con una pantalla en la que se proyecta el NODO de 1954 de los Festivales de Sevilla en donde se muestra a Argenta dirigiendo a la ONE durante 3 minutos.
Una iniciativa cuyo mayor valor reside en reflejar la generosidad de Cantabria, y de Castro en particular, hacia la figura de Argenta.
Extraído de: eldiariomontanes.es