El pasado sábado se celebró en la iglesia parroquial de Santa María de La Asunción de Castro Urdiales, el tradicional concierto anual que el Coro de Voces Graves Los Templarios viene ofreciendo en el mes de julio con carácter benéfico, siempre a beneficio de alguna de las instituciones de la ciudad.
En esta ocasión la dedicatoria fue muy especial, porque Los Templarios han querido sumarse a los actos que viene realizando el Consistorio castreño con motivo del 50 aniversario del fallecimiento de Ataúlfo Argenta y en este sentido han preparado un concierto extraordinario dedicado a su memoria.
GRAN EXPECTACIÓN.
Si en anteriores ocasiones Los Templarios son esperados con expectación dada su línea ascendente en interpretación y dificultad en las obras de su repertorio, en esta ocasión la expectación había subido muchos grados debido al contenido del repertorio y el gran atractivo que representaba la interpretación de la Misa Cerviana (Lorenzo Perosi), como primera parte, acompañados por el órgano principal de la iglesia, tocado por el castreño y también excelente director coral José Luis Sáez.
Izaskun Franco Zabala, directora de Los Templarios, comenzó una actuación que, ya desde el primer momento, sorprendió muy agradablemente a un público impresionado por la calidad, la sonoridad y el grandísimo espectáculo que se estaba desarrollando. Las voces, perfectamente arropadas por el órgano, relataban con una calidad interpretativa increíble, el ‘Kirye’, luego el ‘Gloria’, para pasar por el ‘Credo’, el ‘Sanctus’ y el ‘Benedictus’, para poner un punto final genial con un ‘Agnus Dei’ como maravillosa plegaria. Al final de esta primera parte, la ovación fue de las que marcan época.
La segunda parte fue dedicada a obras representativas de tradiciones, de pinceladas literarias y de música popular, entre ellas una espectacular ‘Oles Eskonberriak’ (Francisco Medina); ‘Negra sombra’ (Xoán Montes Capón); ‘La jotuca montañesa’ (Juan Guerrero Urresti); ‘Las ruinas del Monasterio’ (Sthele); ‘Salutación a la Montaña’ (José Lucio Mediavilla), ‘De roca en roca’ (Nicolás Torre) y ‘Con aire’ (Lucio Lázaro); para poner el punto final con la interpretación del ‘Canto a Castro’ (Arturo Dúo Vital), himno oficial de Castro que fue cantado, todos en pie, por Los Templarios y el público, poniendo el natural punto emotivo al momento.
En definitiva, grandioso éxito de Los Templarios y de su directora y titular, Izaskun Franco Zabala, quien, después de ocho años de intenso trabajo, dedicación, muchísima fe y vocación profunda, ha conseguido que Los Templarios pasen a formar parte del elenco de la historia musical en Castro Urdiales por méritos propios.
Hay que destacar la presencia de las hijas de Ataúlfo Argenta, quienes fueron obsequiadas con sendos ramos de flores que les entregó el presidente de Los Templarios, José Luis Villanueva.
Extraído de: elalerta.com
