Los más pequeños del colegio público Riomar, con retraso debido al mal tiempo, salieron ayer a cantar las marzas para dar la bienvenida a la primavera. Los 125 peques, de 4 y 5 años, y sus profes, debidamente ataviados de marceros y marceras, recorrieron las calles de Cotolino. El sonido de las jotas montañesas anunciaba a los vecinos la llegada de los marceros quienes formaron su coro en distintos lugares del recorrido.
Los escolares se dirigían al público diciendo: «Somos los marceros, cantamos, rezamos o nos vamos». Tras recibir la ‘licencia’ de los presentes, los marceros entonaron sus marzas con entusiasmo, acompañándose de panderos y otros instrumentos tradicionales como campanos, morteros y panderetas.
El público fue generoso y entregó a los mozos y mozucas espléndidas propinas y productos como galletas, patatas fritas y aceitunas.
Extraído de: elalerta.com