13 de marzo de 2006, 10:38
La ermita castreña de Santa Ana se rehabilitará para abrir un museo sobre historia local. El templo, cuya estructura soporta un fuerte deterioro, esconde importantes restos arqueológicos del Paleolítico y la Edad Media |
El futuro equipamiento cultural funcionará «como un centro de interpretación del pasado de la ciudad y, a través de diverso material didáctico, los interesados podrán tomar contacto con la riqueza arqueológica que poseemos», detalló el delegado del área local de Medio Ambiente y Patrimonio Arqueológico, Juan Tomás Molinero. «Contendrá informaciones básicas sobre todos los lugares de interés del municipio. Será una especie de punto de partida para el visitante», añadió el concejal.
No obstante, antes de que este ambicioso proyecto se haga realidad, los responsables municipales deberán acometer la rehabilitación del emblemático edificio. Molinero reconoció que «según los informes técnicos, tanto la cubierta, como las paredes de la ermita están muy tocados y en un invierno duro podrían venirse abajo».
Una estela medieval
Los primeros pasos para recuperar el inmueble se dieron en el año 2000, con la realización de los estudios previos. Entonces, los técnicos se percataron de que el subsuelo escondía importantes restos arqueológicos. La excavación del yacimiento dejó al descubierto materiales datados en la época paleolítica y en la Edad Media, entre los que se encuentran numerosas monedas y una estela medieval. Posteriormente, se colocaron paneles transparentes sobre el suelo, lo que ha permitido que más de 19.000 personas hayan podido visitar ya el edificio y contemplar los restos históricos sin dañarlos.