viernes. 29.11.2024

El atletismo cantabro goza de buena salud. Y en especial el femenino, como se demostró una vez más en los campeonatos de España juveniles en pista cubierta, celebrados en Oviedo, en los que Leire Martín se proclamo campeona de los 400 metros, con lo que se confirma como una de las grandes promesas de esta distancia en el territorio nacional. A su absoluto dominio en Cantabria, suma ahora su victoria en el Nacional, todo un espaldarazo para la atleta del Piélagos Inelecma, un equipo que además de presente, tiene cantera de futuro.

Con una marca de 18,45, la medio fondista batió el récord juvenil de Cantabria para hacerse con el título en la misma especialidad en la que ya se proclamó el año pasado campeona de España cadete.

La atleta residente en Castro Urdiales debuta esta temporada en categoría juvenil, y no se esconde al reconocer ‘la diferencia entre cadete y juvenil. La pasada temporada competía en los 300 metros, y ahora el salto a 400 si que se nota’sentencia la cuatrocentista.

La juventud de Leire delata sus intenciones, y no quiere marcarse grandes objetivos a largo plazo. Consciente de la dureza del deporte que práctica, la castreña quiere ‘seguir disfrutando del atletismo sin tener grandes metas, aunque siento ilusión y envidia cuando veo a las hermanas Fuentes Pila en las grandes competiciones’, matiza. En principio, la joven promesa del atletismo continua entrenando día a día junto con su preparadora, Marisol Rubio, con ‘el gran objetivo de los próximos Campeonatos de España de pista al aire libre que se disputarán en los meses de junio y julio’ sentencia.

La de la castreña fue una de las cuatro medallas cántabras en una cita muy fructífera para el atletismo regional. Adriana Cagigas (Costa de Ajo), se llevo con un tiempo de 2:20,63, la medalla de plata en los 800 metros. No fue este su mejor tiempo, puesto que en la semifinal había conseguido clasificarse con una gran marca de 2:19,81.

Otra atleta del Piélagos Inelecma, Julia Torralvo, se hizo con la medalla de bronce en salto de altura con un mejor registro de 1,60 metros, lo que supone la plusmarca personal de una saltadora formada en la escuela cántabra, especialista en la modalidad de saltos, y de la que han salido, entre otros, Ruth e Inmaculada Beitia y Héctor Sánchez.

Precisamente en esta especialidad, pero en categoría masculina, llegó la cuarta medalla para el atletismo cántabro, la cosechada por David Bolado, del Camargo Salgar, que consiguió el bronce también en salto de altura, con un registro de1, 88 metros.

En definitiva, un gran bagaje al que hay que sumar la gran actuación de otros atletas cántabros que a pesar de no conseguir metal, ofrecieron un gran rendimiento. Eva Cosío, del Villa de Cabezón, finalizó cuarta en los 1.500 metros con un tiempo de 5:02,83. Cosío es otra de las atletas que apunta a grandes laureles en el futuro del atletismo si continua con la progresión demostrada en las últimas temporadas.

Por su parte, Beatriz Rubio (Atletico Rolando), ocupó la quinta plaza en los 400 metros con un tiempo de 1:00,86, aunque en las eliminatorias paró el reloj en 1:00,00, y David Zaballa, del Camargo Salgar, fue séptimo en lanzamiento de peso con una marca de 14,23 metros.

La pista cubierta pone su punto y final con un buen bagaje para el atletismo cántabro en la presente temporada para dar el relevo a las competiciones al aire libre, tanto en ruta como en pista. El atletismo femenino toma protagonismo sobre las especialidades masculinas.

CUATRO MEDALLAS

Leire Martín (Piélagos Inelecma): Oro en los 400 metros con un tiempo de 58,45, que constituye un nuevo récord regional.

Adriana Cagigas (Costa de Ajo): Plata en los 800 metros con un tiempo de 2:20,63.

David Bolado (Camargo Salgar): Bronce en salto de altura con una marca de 1,88 metros.

Julia Torralba (Piélagos Inelecma): Bronce en salto de altura con un registro de 1,61 metros.

Otros puestos destacados: Eva Cosío, cuarta en 1.500 metros. Beatriz Rubio, quinta en 400 metros. David Zaballa, séptimo en peso.

Extraído de: EL MUNDO

ATLETISMO / Leire Martín, una figura en ciernes