De sensacional se puede calificar la actuación del Castro frente al Elda, segundo en la general de la división de honor del balonmano femenino nacional. A pesar de los contratiempos con los que se encontró el equipo cántabro, supo sobreponerse a ellos dando toda una lección de pundonor, entrega y buen balonmano ante un Pachi Torre entregado, que animó a las suyas sin cesar, pero que esta vez se tuvo que centrar en silbar más de una vez a una pareja arbitral, que a pesar de ser de Asobal, ayer pareció de un nivel parejo a la categoría de mini benjamines.
Con una autoridad en algunos momentos hasta déspota, tuvieron decisiones increíbles que perjudicaron a las castreñas (gol fantasma que no entró y concedieron) y pusieron de los nervios al respetable. Triste realidad de una pareja que parece que les “han castigado” al tener que pitar chicas.
El encuentro estuvo muy igualado en todo momento, con un Castro que se encontró 1 hora antes del partido con la inesperada baja de Yolanda al sufrir vértigos y tener que ser llevada al servicio de urgencias, y con Viorica aquejada de una fuerte gastroenteritis, pero que saltó a la pista 10 minutos para ayudar a sus compañeras (al final del partido también se sentía mal).
A pesar de todos estos inconvenientes, estuvieron a punto de dar la sorpresa frente a un equipo con mucha calidad en sus filas, y que lo ha pasado francamente mal contra un Castro que se retiro entre la ovación más cerrada de la temporada. Los árbitros, grandes protagonistas del choque se llevaron una pitada que elevó los decibelios del pabellón a la máxima expresión. Sensacional el Castro de Santi Abascal, que puede estar bien orgulloso del trabajo de sus jugadoras.
Fuente: Gabinete de prensa del BM Castro Urdiales