Un gran equipo. Esa es la sensación que causó el Mar Alicante en su presencia en el Pachi Torre para medirse al Castro. Rapidez, juego dinámico, agresividad en defensa y buena portería fueron sus argumentos en una pista en la que el Castro cumplió durante gran parte del partido, pero que entre los minutos 18 al 30 se “fue” de la cancha para permitir un estirón insalvable a favor de las entrenadas por Esteban Roig.
Y es que el partido empezaba movido, con buenas jugadas por parte de ambos bandos, aunque a las cántabras les costaba más finalizar dada la buena disposición defensiva de las alicantinas, lo que provocó que se pasase del 7-10 al 8-18 del descanso en esos minutos nefastos de las rojillas que dejaban muy en franquicia los puntos para las visitantes. En la segunda parte, el Castro saltó a la pista con el rol cambiado, y ello provocó que reaccionasen en el marcador para dejarlo en una desventaja de 6 a la finalización gracias a la entrega del equipo, que dio todo lo que tenía de si por reducir la diferencia.
En esta segunda parte se produjo el debut de Andrea Fernández, que con tan solo 16 años ha visto uno de sus sueños hecho realidad al debutar en la división de honor, y encima contra un Alicante que posiblemente ha sido el visitante que mejor ha jugado en Castro en toda la temporada, con 4 jugadoras de la selección española y otras que han sido en unas u otras categorías internacionales también.
Ahora toca rendir visita al Bera Bera en San Sebastián, donde las castreñas se conjuran para sacarse la espina de la eliminación en cuartos de final de la copa de la Reina. Irán a jugar como si les fuese la vida en ello para obtener un resultado que de alegría a una afición que ayer volvió a llenar el pabellón, y que a pesar de la derrota despidió con aplausos a sus jugadoras.