Tras la semana “movidita” que ha vivido el Club balonmano Castro tras la entrada de un pirata informático en sus cuentas y dejarlas temblando, (el banco se va a encargar de devolver en un plazo no muy largo de tiempo la cantidad sustraída), el equipo Cántabro afronta una salida con tintes de final al Palacio de los Deportes de Gijón. Allí les espera un equipo con la soga al cuello, en puestos de descenso, pero que ha logrado durante este largo parón recuperar a la mayoría de sus efectivos, esos que durante la primera parte de la liga no han podido estar con el resto para estar ahora en una situación más cómoda.
Por su parte, el Castro viaja con todos sus efectivos a excepción de Aitziber, baja para toda la temporada. Son sabedoras las rojillas de la importancia de este partido, que en caso de saldarlo de manera positiva tienen muchas esperanzas de salvar la categoría, primer gran objetivo del club tras haber ascendido la temporada pasada.
También es consciente la afición castreña, que le va a echar un pulso al temporal que padecemos en el Norte, y se va a desplazar a primeras horas de la mañana a la capital de la Costa Verde para animar con pasión a las de Santi Abascal. La suerte ya está echada, y solo falta esperar al pitido inicial a las 19, 30 horas para conocer las evoluciones de un partido que promete muchas emociones.