29 de abril de 2011, 17:14
A la hora del recuento de los millones de espectadores que siguieron el Madrid-Barça de Liga de Campeones en 140 países del mundo, las cifras oficiales no podrán recoger a los 592.562 ciudadanos que viven en Cantabria. Y es que el encuentro lo retransmitió en España la FORTA (agrupación de cadenas autonómicas), y como Cantabria es la única comunidad que no tiene canal autonómico, pues oficialmente el partido no se vio en Cantabria, pero sólo oficialmente.
Los aficionados al fútbol en la comunidad vecina ya sufrieron esta situación en ocasiones recientes, la última, hace ahora justo un año, cuando el Inter eliminó al Barça en el Camp Nou, así que el miércoles casi todo el mundo tenía prevista su solución de emergencia.
Los cántabros que residen en la zona oriental de la región (Laredo, Santoña, Noja, Castro Urdiales...) tenían el problema resuelto con sólo sintonizar en sus televisores la televisión autonómica vasca (ETB), y lo mismo pudieron hacer quienes residen en San Vicente de la Barquera o en otras localidades de la costa occidental, donde llega la señal de la asturiana (TPA). Incluso la televisión de Castilla y León se sintoniza en la zona sur de la región (Potes, Vega de Liébana, Reinosa...).
A los aficionados de los grandes núcleos de la zona central -Santander y Torrelavega- les quedaban otras tres opciones: sintonizar por satélite algún canal extranjero que retransmitiera el partido, rebuscar en internet o coger el coche y acercarse a las alas. Entre quienes optaron por esta vía se encontró el propio presidente de la región, Miguel Ángel Revilla, un forofo declarado del fútbol que vio el partido por la ETB en un bar de Laredo.
La solución más socorrida fue internet, ya que varios canales autonómicos daban el partido en directo vía «streaming». Así siguieron el Madrid-Barça miles de personas: algunos en el PC de casa y otros muchos en locales de hostelería que se las había arreglado para conectar la señal de vídeo del ordenador a las pantallas gigantes o a los televisores de plasma en los que habitualmente ofrecen los partidos a su clientela. Fútbol pixelizado y con cortes, pero con toda la emoción de la Copa de Europa.
De las 30.000 visitas que tuvo la web de la TPA durante la retransmisión del partido, más de un tercio eran cántabros, según datos ofrecidos ayer por el canal asturiano.
No obstante, el asunto ha reavivado la polémica que ya se produjo el año pasado con el Barça-Inter. De hecho, el PP acusó al presidente Revilla de haber dejado a los cántabros «a dos velas». Revilla aseguró que había intentado sin éxito que se ofreciera el partido a través de La 2 o de una televisión local, y de paso aprovechó para reiterar que, mientras dependa de él, Cantabria no tendrá un canal autonómico porque «para cuatro partidos de estos al año no vamos a montar una televisión».
Teniéndola los vecinos, menos.
Los aficionados al fútbol en la comunidad vecina ya sufrieron esta situación en ocasiones recientes, la última, hace ahora justo un año, cuando el Inter eliminó al Barça en el Camp Nou, así que el miércoles casi todo el mundo tenía prevista su solución de emergencia.
Los cántabros que residen en la zona oriental de la región (Laredo, Santoña, Noja, Castro Urdiales...) tenían el problema resuelto con sólo sintonizar en sus televisores la televisión autonómica vasca (ETB), y lo mismo pudieron hacer quienes residen en San Vicente de la Barquera o en otras localidades de la costa occidental, donde llega la señal de la asturiana (TPA). Incluso la televisión de Castilla y León se sintoniza en la zona sur de la región (Potes, Vega de Liébana, Reinosa...).
A los aficionados de los grandes núcleos de la zona central -Santander y Torrelavega- les quedaban otras tres opciones: sintonizar por satélite algún canal extranjero que retransmitiera el partido, rebuscar en internet o coger el coche y acercarse a las alas. Entre quienes optaron por esta vía se encontró el propio presidente de la región, Miguel Ángel Revilla, un forofo declarado del fútbol que vio el partido por la ETB en un bar de Laredo.
La solución más socorrida fue internet, ya que varios canales autonómicos daban el partido en directo vía «streaming». Así siguieron el Madrid-Barça miles de personas: algunos en el PC de casa y otros muchos en locales de hostelería que se las había arreglado para conectar la señal de vídeo del ordenador a las pantallas gigantes o a los televisores de plasma en los que habitualmente ofrecen los partidos a su clientela. Fútbol pixelizado y con cortes, pero con toda la emoción de la Copa de Europa.
De las 30.000 visitas que tuvo la web de la TPA durante la retransmisión del partido, más de un tercio eran cántabros, según datos ofrecidos ayer por el canal asturiano.
No obstante, el asunto ha reavivado la polémica que ya se produjo el año pasado con el Barça-Inter. De hecho, el PP acusó al presidente Revilla de haber dejado a los cántabros «a dos velas». Revilla aseguró que había intentado sin éxito que se ofreciera el partido a través de La 2 o de una televisión local, y de paso aprovechó para reiterar que, mientras dependa de él, Cantabria no tendrá un canal autonómico porque «para cuatro partidos de estos al año no vamos a montar una televisión».
Teniéndola los vecinos, menos.