El juvenil del CFS Castro cosechó su segunda derrota consecutiva ante el líder de la categoría en un partido trepidante y muy igualado que Aspil Vidal Ribera de Navarra decidió en el arranque de la segunda mitad castigando severamente los errores defensivos cometidos por los castreños. Pese a la amplitud del marcador a escasos cinco minutos del final, los rojillos firmaron una gran recta final de partido, endosando un parcial de 4-1 al gran favorito al título que le permitió llegar con opciones de puntuar a los últimos 60 segundos de partido.
Se esperaba que la visita del líder al Peru Zaballa supusiera el punto de inflexión que rompiera el maleficio de los locales contra rivales de la zona alta, pero a pesar de que el equipo castreño tuteó durante gran parte del partido a los navarros, sus errores de concentración terminaron por hacer imposible la gesta ante el Aspil Vidal Ribera de Navarra.
El choque comenzó con los dos equipos presionando en cancha rival y dispuestos a ofrecer espectáculo al público. Los rojillos firmaron su mejor arranque de partido de la temporada y en el minuto 2 se aliaban con la fortuna para ponerse, por una vez, por delante en el marcador, después de golpear en el meta Mario un balón rebotado desde el poste. Pero el líder no se iba a dejar amilanar por el buen arranque de los cántabros y a los cinco minutos igualaban el electrónico con un gol de Alejandro en una buena acción individual.
El partido era un intercambio de golpes merced a las defensas adelantadas y los dos equipos disponían de oportunidades para marcar, pero serían los navarros los que se pondrían por primera por delante tras una genialidad de David que remachaba Carlos a la red mediada la primera mitad.
El verse por debajo en el marcador no hizo mella en los locales que siguieron mostrando gran nivel poniendo en apuros al líder y gozando de oportunidades de gol. Pero nuevamente serían los tudelanos los que perforarían la meta de Javi, al finalizar Mikel desde la frontal un robo de balón de los navarros. Quedaban 5 minutos para el descanso y el castigo era excesivo para un Castro que no estaba siendo inferior y que se veía ahora con dos goles de desventaja.
Mario pronto se encargaría de devolver a los rojillos al partido tras una gran acción individual apenas un minuto después de reanudarse el juego. El tanto del pívot castreño traía de nuevo la ilusión a un equipo local que se retiraba al descanso habiendo tuteado al líder en los primeros minutos y con desventaja mínima.
Pero la segunda mitad se iniciaba con un mazazo para los castreños. No había transcurrido ni un minuto cuando Carlos lograba el 2-4 al aprovechar otro robo en zona alta de los navarros. Ese gol si aturdía a los rojillos que, pese a seguir tirando de pundonor, comenzaban a acusar la desventaja durante los minutos siguientes.
El partido quedaría muy inclinado para los riberos en el ecuador de la segunda mitad, con dos tantos en apenas tres minutos aprovechando graves errores de concentración de los rojillos. El contundente marcador, 2-6, obligaba a apostar por el portero-jugador cuando quedaban algo más de 8 minutos para el final del encuentro.
La renta se agrandó a falta de 5 para el final, cuando los navarros volvían a mandar a la lona a los castreños al aprovechar un nuevo error grave en el cambio del portero. El 2-7 que campeaba en el electrónico en esos momentos poco hacía presagiar lo que iba a ocurrir en los minutos finales.
Con el encuentro totalmente cuesta arriba y una desventaja de cinco goles, los rojillos exhibieron su casta endosando un parcial de 4-1 al líder que, a un minuto para el final, hacía soñar con la remontada. Sueño que tomaba forma a falta de 46 segundos, momento en que los locales iban a disponer de un lanzamiento de 10 metros que podría reducir la ventaja a la mínima expresión y llevarnos a unos segundos finales de auténtico infarto.
Pero Mario ganó la partida a Dani en el lanzamiento enterrando definitivamente las opciones de remontada de un equipo castreño que, pese a haber dado un importante paso adelante con respecto a otros partidos, volvía a caer ante un equipo de la zona noble merced a errores que no se pueden cometer ante rivales de esta magnitud.
Tras estas dos derrotas los rojillos quedan en tierra de nadie, descolgados de los primeros puestos antes de afrontar el derbi de rivalidad comarcal ante el Zierbena con la intención de volver a sumar una victoria que haga olvidar este complicado momento de la temporada.