Todo indica que los deportistas afectados se encontraban en tratamiento con algún medicamento que no se encuentran en la lista de sustancias prohibidas. El tratamiento, parece, que estaba indicado para tratar dolencias fuera de lo estrictamente deportivo. Es decir no padecían ninguna lesión que obligase a recibir los medicamentos, estando en tratamiento por dolencias fuera del ámbito deportivo.
Después de recogidas las muestras en el Campeonato de España, se comunicó a los interesados el «resultado adverso» que el laboratorio había detectado en sus muestras. Los interesados trataron de demostrar su inocencia, que ahora ha sido reconocida, alegando su estado de salud y aportando las pruebas oportunas ante la Federación Española y el propio Consejo Superior de Deportes.
Más de cuatro meses se ha tardado en dar la razón a los deportistas, que habían visto como en la propia Federación se dejaba en entredicho a todos los clubes que habían participado en las regatas de Castro.
En la sede federativa no quieren hablar del tema y a los que se interesan les remiten al comunicado oficial de su pagina web.
Desde el club astillerense se entiende, que por parte, de la española se está procediendo a una persecución hacía la entidad cántabra. Todo ello motivado por algunos acontecimientos que surgieron, con alguna de sus remeras, a la raíz de la posible participación de el remo en los Juegos de Pekín.
No hay que descartar que los remeros implicados ejerzan acciones legales, contra todos aquellos que les han acusado de doping, antes de conocerse el fallo del Consejo Superior de Deportes. Una situación sobre la que, hasta la fecha, no hay fallo federativo.
Extraído de: eldiariomontanes.es