sábado. 30.11.2024

"No sé qué siente un futbolista de Primera División, pero Castro es el paraíso para un remero; nos miman"

¿Cómo ha vivido este triunfo Joseba Fernández?

Fue un día precioso del que traté de disfrutar cada segundo. La misma prueba, tal y como se desarrolló, nos permitió, dentro del orden, el esfuerzo y sufrimiento que implica una regata, disfrutar. Afortunadamente salió todo como teníamos previsto y en ningún momento peligró la bandera. Y luego, la llegada a la rampa, con toda la afición allí esperando, fue algo espectacular. Nos dejó alucinando.


.¿Y el recibimiento en Castro?

Ha sido lo más apoteósico que he visto nunca en el mundo del remo, ante 12.000 personas. Nos llevaron en un barco desde la zona exterior del puerto hacia la dársena que da al Ayuntamiento, entre un pasillo humano tremendo. Fue algo apoteósico que todos los que los vivimos lo vamos a recordar siempre.

¿Hubo nervios durante la semana, antes de la última regata?

Yo, la verdad, lo viví bastante tranquilo, porque llevo muchos años y lo sé llevar, pero supongo que los más jóvenes lo habrán vivido de otra manera. En lo que más hincapié hicimos fue en evitar la ansiedad: tratar de aprovechar cada minuto de la regata sin querer que los días pasasen rápido o que la prueba terminase enseguida.

En la entrega de la bandera, prefirió no subir al barco en señal de protesta...

Tengo que aclarar que no era una protesta por La Concha que nos quitaron en 2005. Lo que pasa es que aquello fue algo que te marca para toda la vida: que te suban al barco Ciudad de San Sebastián y te inviten a marchar sin la Bandera... Hay que saber lo que supone eso para una persona que se dedica al remo, que no tiene otro sueño. Eso no había pasado nunca en la historia y nos pasó a nosotros. Es algo que te marca de una forma extraordinaria y a mí se me vino a la cabeza el domingo. Reviví esos momentos y no quería encontrarme con la gente que ese día no estuvo a la altura y que nos hizo tanto daño.

Todo el mundo estaba pendiente de usted.

Yo traté de no ser noticia, pero... Fue lo que me pedía el cuerpo. Sabía que iban a subir todos los compañeros al barco, incluso uno que estuvo conmigo en 2005 en Pedreña, el marca de estribor, Antonio Montenegro. Cada uno hizo por su cuenta lo que pensó que debía hacer. A mí me dio por ahí, pero no pretendía protestar. Creo que hay otras vías por las que se puede y debe parar los pies en el mundo del remo a esta gente que dirige la Bandera de La Concha, porque no está, ni mucho menos, a la altura que está la regata, que están los remeros, los preparadores y los clubes de remo.

¿Ha servido esta victoria para, de alguna manera, sacarse esa espina de 2005?

Hombre... Por supuesto que es una gozada volver a ganar La Concha, y después de lo que nos pasó, todavía más, pero te puedo asegurar que lo que se nos hizo en 2005 no tiene compensación posible. Nos marcó mucho más, para peor, lo que nos hicieron, frustrando un sueño, que para bien el hecho de haberlo ganado y disfrutarlo ahora. Lo siento así. No soy rencoroso y no quiero que cada vez que aparezca La Concha y esté Joseba Fernández de por medio se esté con la misma historia. Sé que mucha gente estaba pendiente de mí, pero a ver si con lo del domingo se cierra ya este capítulo y arreglamos temas como estos, pero por otra vía, y en un formato de entidades y asociaciones, por el bien del remo nada más.

No sé si cuenta dos o tres banderas ganadas en La Concha...

Yo cuento tres, con la de Pedreña.

Ha llovido mucho desde la primera.

Cuando gané con Donibaneko en 1995 tenía 21 años.

Ahora tiene 34, qué diferencia ve con respecto a ésta. ¿Cómo ha vivido ambas?

Nada que ver, porque La Concha que gané en 1995 fue con mi equipo, con mi color, el de mi corazón, y la primera. Fue llegar a la cumbre, a lo que había soñado desde pequeño y con la trainera que te identificas; estaba con la gente que habían sido mis ídolos y aquello fue, desde el punto de vista sentimental, mucho más grande. Esta vez es diferente, porque tiene otras connotaciones.

¿Cuáles?

Esta Bandera para mí es muy importante porque hay una parte del trabajo que yo sí he aportado para llegar hasta aquí y, de hecho, todo lo que he podido aportarle a Juan Mari Etxabe (entrenador del equipo) se lo he aportado. A nivel personal, ver traducido en mi trabajo todo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera es muy importante. Me llena mucho. Y vivirlo, además, en un pueblo como Castro, en el que te valoran tanto como remero...

¿Ha quedado compensada ya su apuesta por Castro o le queda algo más por vivir?

Si me estás preguntando por el año que viene... Todavía en Castro no ha habido movimientos. Supongo que tiene que haberlos esta semana. Me han llamado de otros sitios también y hay que pensar todo. Dentro de unos días sabremos algo acerca de Castro y cuando tengamos un planteamiento, decidiremos.

¿Está ligada la continuidad de Juan Mari Etxabe en Castro a la suya?

No tiene por qué, para nada. Si hasta el año pasado no ha estado ligada, a partir de ahora tampoco tiene porqué estar unida, pero eso no quiere decir que no vayamos a seguir juntos en la misma trainera.

Pero ésa podría ser una razón de peso para usted a la hora de tomar la decisión.

Por supuesto, pero, tal y como está ahora mismo el remo, no me parece a mí que haya mucha oferta de gente que dirija equipos. Me doy cuenta de que los equipos nos llaman a los que estamos en el escaparate porque no hay tanto donde llamar. Tengo que valorar todo. ¿Ligado a Juan Mari? No. Pero podríamos seguir juntos perfectamente.

Entrenador y remero. ¿Se ve en las tostas por mucho tiempo?

Yo, en principio, y mucho más después de lo que he podido rendir este año, si no median lesiones, creo que estoy para seguir remando. Ni me planteo no remar. Además, me encanta entrenar. Otra cosa es que estuviera en un gran equipo, que me superaran en rendimiento, pero a día de hoy sigo dando un buen nivel como remero y yo soy el primero, además, en bajarme del bote si no doy lo que sé que puedo dar. Soy muy honesto para eso.

¿Castro ya da por finalizada la temporada o luchará por la liga?

Tengo la sensación de que la liga está prácticamente imposible, lo que pasa es que hay que intentarlo. Son cinco puntos y quedan dos regatas. Va a depender de que Urdaibai falle, más que de nosotros.

¿Qué le ha aportado esta temporada en Castro, donde además de remar ha estado como director de la Escuela Municipal de Remo?

Castro, para un remero, sinceramente, creo que es el paraíso. En ningún sitio se vive lo que se vive aquí, aunque en gran parte es por el volumen que genera el hecho de que el pueblo sea tan grande. Yo vengo de San Juan y sé que allí se vive el remo con la misma intensidad y supongo que en Orio, en Hondarribia y en San Pedro se vive igual; y te puedo decir que en Pedreña también, lo que pasa es que Castro es una ciudad. Todo lo que vives en San Juan, en Castro se multiplica por 150.000. No sé lo que puede sentir un futbolista de Primera División, pero en Castro un remero es alguien que conoce todo el pueblo, lo saben todo de ti, te animan, te invitan a tomar café... Estás muy presente en la vida de cada habitante. Nos miman. En ese sentido, no he conocido nada igual.

Es director de la Escuela Municipal de Remo en Castro. ¿Cómo se concibe la labor de base en un club claramente fichador como éste?

Castro, durante unos años, ha tirado a base de fichajes. Creo que en gran medida eso viene forzado por la presión que ejerce el vecino. En este caso Astillero. En los años buenos de la San José , 2003, 2004 y 2005, no voy a decir que Castro perdiera la perspectiva, pero sí que cambió un poco el rumbo con el objetivo de hacer frente a una tripulación tan potente como la de Astillero.

Pero eso no siempre ha sido así.

No hay que olvidar que los éxitos de Castro en 2001 y 2002 en La Concha se producen con una tripulación eminentemente castreña, reforzada, eso sí, pero en su mayoría local. Si analizas La Marinera que ganó La Concha en 2001, me parece que llevaba nueve castreños; y en 2002, creo que ocho o siete. A raíz de la rivalidad con Astillero se va introduciendo cada vez más gente de fuera y se va convirtiendo más en una selección. Creo que lo que está tratando de hacer Castro ahora es volver a aquella primera Concha.

Y ahí encaja su papel en la escuela de remo...

Castro está intentándolo, lo que pasa es que tampoco quieren bajar el nivel. Pero si te fijas en la plantilla de este año, ya hay un buen número de castreños. No voy a comparar a Castro con Orio u Hondarribia en ese sentido, pero se está intentado retomar el rumbo. Potenciar la escuela de remo que dirijo iba un poco por ahí y potenciar la trainera B, también. La idea de Castro es ésa, tener una base castreña de nivel y reforzarla con gente de primerísima línea para estar todos los años arriba.



Extraído de: noticiasdegipuzkoa.com

Entrevista a Joseba Fernández, remero de La Marinera