El domingo 10 de noviembre, coincidiendo con su 24º aniversario, el Grupo de Montaña Castro llevó a cabo la ruta de los "Pueblos Abandonados" en Campoo - Los Valles. En concreto en Valdeprado del Río.
Esta zona del sur de Cantabria conserva espléndidamente un aire bucólico y tranquilo, con un paisaje de suaves praderas y bosques de ensoñación. El nombre, que da título a la ruta, hace referencia a dos pueblos que, tras el descenso industrial en la zona sufrieron la despoblación: Moroso y Canderosa. Este último, antes de perder la población, gozaba la distinción de ser, con sus 1.150 m. de altitud, el pueblo más alto de Cantabria.
Iniciaron la ruta en el mismo Valdeprado del Río, población que da nombre a todo el valle, para adentrarse poco a poco en el robledal. Primeramente, llegaron a las ruinas de Moroso (1.065 m.). Es una pena, ya que este pueblo ha sufrido el pillaje de un modo bárbaro. Han expoliado no sólo las casas, no dejando ni piedra, sino hasta el mismo cementerio. ¡Lástima!
Pasado Moroso, se internaron en lo profundo del bosque, quizás la parte más bonita de la ruta. La vegetación, además, se encontraba en pleno apogeo otoñal. Sin embargo, les sorprendía encontrar aun moras en sazón. Tras cruzar el arroyo, pasaron, casi sin darse cuenta, al hayedo que sube hacia Canderosa. Este pueblo, por suerte no ha sufrido el mismo expolio que Moroso e, incluso, podemos ver alguna persona en las casas. Y Canderosa fue el lugar elegido para hacer una pequeña celebración del 24º aniversario del Grupo y la foto de rigor.
La ruta la finalizaron en Hormiguera, donde se encontraron con los compañeros del Grupo El Musgoso, que estaban haciendo la ruta y continuaban hasta Valdeprado.
Pero el Grupo de Montaña Castro tenía un par de visitas que hacer: la primera, a la Colegiata de San Pedro de Cervatos, hermosa muestra del románico, donde los maestros canteros se tomaron "ciertas" licencias; la segunda, a las ruinas de lo que fue la ciudad romana de Julióbriga en Retortillo. Realmente, una salida muy completa.
