Cuando cerrábamos ayer esta redacción, nos íbamos con la incertidumbre de ‘que podría pasar en el día de hoy con la segunda jornada del LXIII Campeonato de España de Trainerillas’. Se había suspendido la regata cuando quedaban por disputarse las dos tandas de categoría sénior, por la intensa niebla que había tapado prácticamente el campo de regatas, y el panorama era bastante incierto. Hoy, el día amanecía con la misma circunstancia, la niebla no se había disipado y en el seno de la afición al buen remo había cierta preocupación por si este hecho podría dar al traste con una buena jornada de remo. Nada más lejos de la realidad. Tres cuartos de hora antes del inicio de la regata, el sol empezaba a hacer acto de presencia y los cielos quedaban prácticamente despejados. La mar estaba en perfecto estado, el viento soplaba del noroeste, y todo esto era suficiente ingrediente para vivir en la Ensenada de Brazomar un día de remo inolvidable.
La jornada empezaba con la final B de la categoría de féminas, donde se imponía Arkote con un tiempo de 17:10,68. Acto seguido lo hacia la final B en categoría juvenil masculino, en donde estaban encuadrados los juveniles castreños con ánimo de ofrecernos otro espectáculo como el de ayer, los cuales no nos defraudaron y mantuvieron una dura pugna con Zarautz para hacerse con el segundo puesto de esta manga, pero los guipuzcoanos fueron más rápidos que los rojillos por tan solo un segundo y medio. Esta tanda fue ganada por Ondarroa con un tiempo de 15:11,48 sacando dieciocho segundos a Zarautz y veinte a Castro.
Llegábamos así a las tandas finales, a las tandas donde el vencedor ve realizado su sueño, el ser el mejor, el ser el campeón y al mismo tiempo el sentirse a gusto consigo mismo por el trabajo bien hecho, y estas tandas no iban a defraudar a nadie. La primera iba a ser la tanda final femenina. El sorteo había decidido que Samertolameu iría por la calle uno, Chapela por la dos, Getaría por la tres, Cabo da Cruz por la cuatro y las cántabras de Astillero por la cinco. Triunfo cántabro de Astillero en esta manga parando el crono en 16:07,61 a seis escasísimos segundos lo hacía Chapela y a doce Samertolameu.
Bajo una organización de bandera, se daba paso a la segunda tanda de donde iba a salir el Campeón de España en la categoría juvenil masculina. En suerte, había caído la calle uno a Robaleira, la dos a Mecos, la tres a Getaría, la cuatro a Cabo da Cruz y la cinco a Astillero. Con una txampa espectacular se marchaba Cabo da Cruz en pos del triunfo y no daba opción a ninguno de sus rivales con una superioridad prácticamente espectacular sobre ellos. Su tiempo 14:51,98, medalla de plata Getaría a dieciocho segundos y bronce Robaleira a veinticuatro.
Y llegaba la gran final. Una tanda donde había temor por la complejidad de la misma, pero la profesionalidad de los deportistas iba a hacer que esta tanda fuera un gran éxito. Recordemos, cinco tripulaciones por cinco calles distintas, y a los dos minutos otras cinco siguiendo a estas. Una modalidad nunca vista en una final de un Campeonato de España, fruto de la decisión de los delegados de los clubes ante la imposibilidad de disputarse las tandas clasificatorias el día anterior por la intensa niebla.
Las tandas y las calles estaban sorteadas en el día anterior, y la decisión de clubes y federaciones fue que este hecho no sufriera cambio alguno. Por lo tanto, en la primera tanda, Astillero remaría por la calle uno, Remedios de Tirán por la dos, Bermeo por la tres, Pedreña por la cuatro y Samertolameu por la cinco. Con el banderazo de salida, Astillero saldría como un obús, como en el es habitual, marchándose por escasos metros de Bermeo. Acto seguido, las tripulaciones de la segunda tanda iban entrando a coger sus correspondientes rabizas. Trasmiera entraba a la uno, Castro a la dos, Kaiku a la tres, Tirán a la cuatro y Cabo da Cruz a la cinco. Si en la primera tanda Astillero había salido como un verdadero misil, los anfitriones rojillos no quisieron ser menos, y en el banderazo de salida clavaban los remos con tal potencia que en las dos primeras paladas se iban a marchar de sus rivales con medio barco largo.
Mientras tanto, las cinco tripulaciones de la primera tanda llegaban a balizas exteriores, y era Astillero quien marcaba el mejor tiempo con 3:30, Bermeo lo hacia a dos segundos y Remedios de Tirán a seis.
Hacia la cabeza del rompeolas se cruzaban las tripulaciones que volvían de la primera ciaboga con las que iban en busca de ellas. Ningún problema en el cruce, y ya se podía divisar como Castro iba a llegar en primera posición. Solo faltaba saber quien iba a realizar el mejor tiempo, Castro o Astillero, Astillero o Castro. Por la megafonía se escuchaba un segundo a favor de los actuales campeones. Trasmiera lo hacia a cuatro y Kaiku a diez. Se disipaban así las dudas que habían surgido tras el Regional de Cantabria celebrado en este mismo escenario y el Campeonato de Euskadi celebrado en Zierbena, donde kaiku había sido un segundo mejor que Castro. Ahhh amigos, pero los campos de regatas no son todos iguales, y los pupilos de Iker Gimeno así lo estaban demostrando.
Y mientras la afición castreña tenia puestos sus ojos en sus ídolos, Astillero llegaba a la segunda ciaboga realizando un tiempo de 6.51, Bermeo lo hacia a seis segundos y los gallegos de Samertolameu a nueve. Faltaba saber si Castro sería capaz de aumentar su ventaja con respecto a los azules, pero Castro venia "volando!" encima de las olas, Castro venia como "Michael Schumacher en su Ferrari", y se presentaba en la ciaboga con cinco segundos menos que los patroneados por el castreño Cristian Garma.
A raíz de aquí todo quedaba en un segundo plano, Castro ya le sacaba a Trasmiera once segundos y todo quedaba centrado en la lucha con Astillero, quien realizaba la tercera y última maniobra con un tiempo de 10:37, y Castro iba a volver a pulverizar este registro, 10:31. El último largo era un sufrimiento para Astillero conocedores ya de la desventaja con los rojillos, que por el contrario, venían gozando del triunfo encima de las olas en plan campeón, sabedores de que si no había contratiempo alguno serían de nuevo los Reyes del barco mediano. Astillero entraba exhausto con un tiempo de 13:57,12. Bermeo a catorce segundos y Samertolameu a veintisiete.
Ya solo faltaba saber el tiempo de Castro, quien sería campeón, quien segundo y quien tercero. Castro con un cierre de boga espectacular, como si les iría la vida en ello, hacían un final de regata impresionante marcando un tiempo de 13:49,81. Trasmiera entraba segundo en esta tanda a veintitrés segundos de los rojillos y se quedaba fuera de las medallas por tan solo un segundo.
Por lo tanto, Castro se proclamaba nuevamente y en el mismo escenario de hace un año Campeón de España de Trainerillas por tercera vez en su historia, Astillero le secundaba como subcampeón y Bermeo quedaba en tercera posición. Los componentes de la trainerilla Campeona de Castro han sido: Iker Gimeno Anglada, Sergio Montenegro Otero, Iurgi Iruretagoiena Egaña, Joseba Fernández Daguer, Jon Elortegi Lekanda, Luis Miguel Villar Urquidi y José Ángel Cambados Folgada.
Unas dos mil personas recibieron y vitorearon a los campeones de las distintas categorías en la plaza del Ayuntamiento mientras iban saliendo al balcón de la Casa Consistorial, después de recibir los distintos trofeos y banderas de las autoridades castreñas y directivos de las distintas federaciones, en un ambiente de fiesta digno de una de las mejores organizaciones que se recuerdan en la historia de este campeonato.