Unir a una modalidad deportiva que data del siglo XIX la tecnología punta del XXI es una situación que en algunas ocasiones cuesta explicar, aunque sí es cierto que el espectáculo traineril demandaba avances para proporcionar unos datos con los que se pudiesen seguir las pruebas al detalle y que tanto los participantes como los aficionados saliesen beneficiados. La llegada a la actividad civil del GPS ( Sistema de Posicionamiento Global) fue sin duda un momento importante para muchas actividades, y para las regatas de traineras un avance muy significativo. La información que ofrece el sistema enriquece de forma importante las pruebas. Se pueden seguir al detalle algunos datos que no hace mucho tiempo eran impensables.
El sistema hace un seguimiento de las traineras en tiempo real que facilita la labor del jurado técnico, evita posibles abordajes y ofrece un registro completo de lo sucedido en la regata una vez finalizada.
Para los medios informativos posibilita disponer de una herramienta que permite conocer la clasificación provisional, las distancias a la ciaboga o a la meta y las velocidades durante todo el transcurso de la regata.
Gracias al sistema GPS las diferencias en las medidas de los campos de regateo, así como las discrepancias sobre la longitud de una calle u otra, se han terminado. El sistema permite hacer un balizaje del campo de regatas con un mínimo margen de error.
Una vez que comienza la regata la información que trasmite cada embarcación al puesto de control se gestiona y se pueden ofrecer nuevos datos. El mejor ejemplo son clasificaciones provisionales de la regata en cualquier momento, con diferencias en segundos entre traineras.
Otro de los aspectos importantes es que la tecnología ayuda a los jueces en sus decisiones. Analiza la separación de cada trainera y los límites de su calle para evitar invasiones. En la Liga San Miguel la empresa encargada de todo el procedimiento del seguimiento es G93 Telecomunicaciones.
Extraído de: eldiariomontanes.es
