En cuanto Asier Zurinaga, patrón de Kaiku, soltó ayer la estacha de la bandera blanca de la calle uno, su tripulación demostró que llegaba a Mutriku con la intención de sacarse la espina que se clavó en la segunda ciaboga de la regata de Lekeitio el pasado domingo. Al entrenador de la Bizkaitarra, José Luis Korta, no le gusta perder ni a canicas, y daba igual que ayer no hubiera nada oficial en juego. Sus remeros salieron con la lección bien aprendida. A romper. Cuando el resto de botes remaban a 34 o 35 paladas, Kaiku lo hacía a 38. Cuando elevaban a 36 o 37, Kaiku pisaba el acelerador hasta 39 o 40. En junio.
El entrenador oriotarra ha sacado el látigo esta semana y ayer cambió a la mitad de la embarcación, incluyendo el patrón. Quiso demostrar que Kaiku tendrá este verano una versión ganadora. La de ayer. La que remará en los campeonatos y La Concha, con sólo tres o cuatro propios. La otra versión, según el propio técnico, «tampoco hará el ridículo si hace las cosas bien».
Además de la rabia acumulada desde Lekeitio, los de Korta tuvieron a favor la calle. Las traineras que bogaron por la uno avanzaban más deprisa en la jornada de ayer. Urdaibai fue superior por esa calle a sus rivales de la última tanda, Hondarribia y Orio, mientras que en la anterior, Zarautz fue más que Isuntza y Arkote por el mismo trazado. Entre la Bou Bizkaia y la Enbata se coló San Pedro, no tan brillante como en Lekeitio pero tercero con dos cambios respecto a aquella exhibición.
En cuanto a la lucha entre las traineras que competirán en la Liga ARC 1, se volvió a demostrar que Santurtzi y Pasai Donibane mantendrán una reñida pugna por hacer sombra a Astillero. El duelo ayer se decantó por los vizcaínos, por un sólo segundo.
Escándalo en Santander
En cuanto a la Bandera Sotileza de Santander, la victoria correspondió a Astillero, que sacó cuatro segundos a Pedreña y ocho a Castro. Sin embargo, los dos primeros impugnaron la regata ya que tocaron palas entre ellos. Ambos fueron descalificados.
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