El triunfo de Castro desemboca en San Juan. Su dirección deportiva duerme allí todos los días, respirando una brisa rosa que contagia la afición al remo. Curtidos en una de las mejores escuelas arraunlaris, encuentran ahora la gloria del mundillo tras una hora y poco de A-8. Juan Mari Etxabe y Joseba Fernández parten todas las tardes desde San Juan dirección al éxito, el que conducen y capitanean. Castro.
Tal vez embargados por la humildad que transporta el aire de San Juan, ninguno de los dos se atribuye fórmulas secretas para conseguir la superioridad que La Marinera ha impuesto en el arranque de la Liga San Miguel. Etxabe delega el mérito en su cuadrilla. «Tenemos una plantilla de mucha calidad. Remeros muy buenos y completos. Pero quizás lo que hace tener un valor añadido al equipo es la actitud con la que llevan trabajando desde el otoño. Demostrar semejante compromiso con el club a esos niveles es casi garantizar el éxito. Hicimos un gran año en 2008 y podía darse una tendencia a la acomodación, pero todo lo contrario».
Joseba Fernández ilustra la idea de Etxabe al contar cómo «en invierno ya se oían comentarios en Bilbao de la gente que nos veía entrenar. En fechas lejanas a la competición sacábamos dos traineras en la ría y nos picábamos como si nos fuera la vida. La gente se sorprendía».
Además del valor de la plantilla, el sanjuandarra explica que «hemos acertado en esos pequeños detalles que hacen al bote ir más deprisa. No hay una clave. Es la nivelación, distribuir los pesos por las tostas de la manera más eficiente, conseguir el equilibrio peso-potencia, encontrar técnicamente el mejor modo de remar... Acertar. Es como si tras esos detalles se enciende la bombilla y la trainera va rápida».
Peso-potencia, logrado
El trabajo de los meses anteriores al verano guarda también, según la pareja de entrenadores, algunas de las claves del brillante inicio de liga. Juan Mari Etxabe confiesa que «hemos incidido mucho en los entrenamientos en ría, haciendo hincapié en la técnica, y se ha visto que es un terreno en el que nos desenvolvemos bien. Casi hasta la octava regata no entramos en mar abierto y eso son muchas regatas y muchos puntos para la Liga San Miguel». Su mano derecha añade que «además, en la Amilibia es importante acertar con la relación peso-potencia y eso lo tenemos muy logrado».
En cuanto a la técnica, Joseba Fernández destaca que «hemos conseguido remar algo más largo en el ataque, a la hora de introducir las palas en el agua, hacia proa. Ha sido la pequeña novedad con respecto al año pasado, en gran parte como aportación de Iurgi Iruretagoiena. Nos ha dado esa faceta». El bloque también está más consolidado, según Etxabe. «El año pasado incorporamos a bastante gente nueva, con distintos modos de remar, y aunque ya conseguimos unificar el estilo, esta temporada se nota que hemos afianzado el conjunto».
No esconden que los objetivos del club son ganar tanto la Liga San Miguel como La Concha, y reconocen haber enfocado la preparación hacia ello. «Hemos empezado fuerte. Creo que todos lo han intentado hacer. Eso no quiere decir que estemos en lo más alto y ya no progresemos. Conseguido el objetivo inicial de aspirar a ganar la liga se trata de mantener y luego pensar en hacer una puesta a punto para La Concha. Los ciclistas ya hacen un pico en el Giro y otro en la Vuelta. Por qué no nosotros. Eso sí, tenemos que mantener la cabeza fría porque los otros también pueden acertar como lo hemos hecho nosotros», señala Etxabe.
Joseba Fernández no se fía de los rivales y se muestra seguro de que «además de San Pedro, que ya ha demostrado su poderío, Hondarribia andará arriba. Mikel Orbañanos sabe lo que hace. Luego está Pedreña, que irá muy rápido cuando salgamos a la mar, y Orio, que siempre aparece aunque parezca que no está tan bien».
Los dos guipuzcoanos se siente queridos en Castro, «donde tienen asumido, desde tiempos de Korta, que la dirección recae en gente de fuera». La dirección del éxito.
«Nuestro fracaso ha sido no sacar una B»
El dúo guipuzcoano que dirige La Marinera siente todavía la punzada de una espina en medio de la gloria. La amplia plantilla con la que han trabajado durante todo el invierno no se ha traducido en dos traineras. Joseba Fernández explica que «puede que hayamos errado en el planteamiento. Comunicamos a los remeros de la B que los cuatro mejores durante la pretemporada pasarían a la primera tripulación si veíamos que tenían nivel suficiente y tendrían una ficha como los que compiten en la ACT.
A los que viéramos mejor en las pruebas de pesas, tests y sesiones en el agua los pasaríamos. Lo que ha ocurrido es que los que han visto que no tenían opciones de estar en ese grupito selecto lo han ido dejando y al final no había gente para completar una trainera. La idea ha sido siempre la de no hacer una plantilla larga para dar cabida a esos que llegaran de la segunda embarcación y aunque este año también nos hemos nutrido de gente de abajo nuestro fracaso es el no poder tener un segundo bote en la ARC».
Extraído de: diariovasco.com