jueves. 28.11.2024

Lo que llevamos de verano ha dejado un balance récord y ha acuñado el término «estratosférico» para el mundo de las traineras. Remeros, entrenadores y periodistas han hecho suyo este adjetivo, aún sin entender muy bien su significado, ante el agotamiento de superlativos. Decir que los tiempos que se están marcando en las regatas son muy buenos suena escaso.

Más allá de matices valorativos, ahí están las marcas. La famosa barrera de los veinte minutos ya no tiene nada que presumir cuando hasta no hace mucho era garantía de éxito. «Me acuerdo de que el tiempo de Zumaia en La Concha de 1984, 20:03.14, fue casi una revolución, un récord que parecía difícil de superar», dice Luis Mari Olasagasti Luxia, entrenador de la Telmo Deun que el domingo en Getxo fue décima con un tiempo parecido al de aquella exhibición, 20:04.82. Luxia concluye con la reflexión inevitable que comparten todos los entrenadores de la ACT: «Andamos mejor que el año pasado, pero el listón ha subido de manera increíble». El lema de esta temporada.

El domingo culminó en Getxo una semana vertiginosa. Hasta seis embarcaciones mejoraron el récord del campo de regateo, que estaba en 19:43.77. Castro lideró la exhibición con 19:18.70. Dos días antes, en Hondarribia, Kaiku paró el reloj del campeonato de Euskadi en 19:16.84, con viento y un poco de ola, cuando el 19:21.89 de Urdaibai parecía insuperable. El fin de semana anterior Castro había batido un nuevo récord en Plentzia con 19:25.38, seis segundos más rápido que la Bou Bizkaia hace dos temporadas.

No terminan ahí las plusmarcas. En el campeonato de Gipuzkoa, San Pedro y Hondarribia batieron el mejor registro del campo de Getaria, 19:35, marcado por Orio en 1998. Morados y verdes necesitaron nueve y ocho segundos menos, respectivamente.

En O'Grove La Marinera realizó un tiempo de 19:24.16, lejos del 19:51.02 de Astillero en 2005. Y por último, San Pedro rozó la ciencia ficción, bajar de 19 minutos, en Portugalete. Su 19:04.88 dejó pequeño el 19:16.68 de Urdaibai en 2007.

A los records mencionados hay que añadir que los campos de Pontevedra y Moaña eran nuevos, por lo que no existían marcas anteriores. En caso de haberlas no habría extrañado que las batieran. Castro hizo 19:52.65 en Pontevedra y San Pedro dejó huella en Moaña con 19:17.00. Todo ello a tres ciabogas. ¿Y en La Concha?

Aliciente añadido en Zarautz

Las dos próximas jornadas de la ACT se disputarán en Zarautz los días 15 y 16 de agosto y contarán con un aliciente añadido a los puntos y la bandera. Esta vez el récord del campo de regateo se premiará con 6.000 euros. Ya se embolsó dicha cantidad Castro la pasada temporada, poniendo a su vez muy difícil volver a llevarse el botín este verano. La Marinera completó un último largo espectacular en la segunda jornada de la Bandera, aprovechando una ola que le hizo volar durante los últimos cien metros de regata. Paró el reloj en 19:19.69. Batió así el 19:24.21 de la mítica Libia de 1992.

Extraído de: diariovasco.com

REMO / La época dorada del récord