La denuncia interpuesta a finales de julio ante la Agencia Estatal Antidopaje por el profesor de la Universidad de Extremadura Marcos Maynar -uno de los imputados en la 'Operación estrobo'- contra José Luis Korta y el facultativo Guillermo Cuesta por posibles «malas prácticas médicas» en Castro y Kaiku parece que ha echado a rodar. El juzgado de Gernika que instruye las diligencias previas sobre una presunta trama de dopaje en Urdaibai, ha recibido la correspondiente notificación de la Fiscalía Antidopaje.
Sin embargo, la juez de la villa foral ha considerado que el tema no tienen relación con el caso que tiene entre manos y ha decidido remitir toda la documentación a los juzgados de Castro Urdiales y Barakaldo, los más próximos a los clubes denunciados, «a los efectos oportunos». Habrá que ver qué decisión adoptan ahora ambas judicaturas.
Lo cierto, sin embargo, es que la Guardia Civil de Bizkaia y Cantabria ya se han puesto en contacto con Maynar en relación al asunto e incluso el galeno cacereño ya ha prestado declaración sobre el tema ante la Policía Judicial de Extremadura.
Su demanda se basa en las declaraciones realizadas por algunos remeros de la 'Bou Bizkaia' -varios estuvieron a las órdenes de Korta en Castro y Kaiku- cuando comparecieron como testigos en el Palacio de Justicia de Gernika. Los deportistas señalaron que la época en que competían con 'La Marinera' recibían una media de «seis o siete pinchazos a la semana» y al preguntar uno de ellos qué era lo que le inyectaban aseguró que «no nos informaban y nos contestaban: 'estudia medicina'».
Asimismo, otro de los remeros señaló ante la magistrada que durante su estancia en Kaiku recibió pinchazos semanales, «en mayor número que en Urdaibai», y que era el propio José Luis Korta el que le enviaba al médico.
Los actuales remeros de Urdaibai no han sido los únicos que han reconocido ante la juez que les pinchaban vía intravenosa en Castro a las órdenes de Korta. También lo ha hecho Luciano Prego, integrante, al igual que el testigo protegido de la 'Operación Estrobo', de la cuadrilla de 'La Marinera' que en 2006 pulverizó el récord de la Bandera de La Concha.
El bogador gallego explicó que «cuando se acercaba la cita donostiarra aumentaba el número de inyecciones» y el día de la regata era «el médico quien las aplicaba antes de la prueba en el autobús».