REMO / Una ola de 6.000 euros

La estampa de la txanpa final de ayer de Castro simboliza lo sucedido este fin de semana en Zarautz. La Marinera, superior, sobre una ola, en plena empopada, volando sobre el agua. Por encima del resto, con la palada más potente y la remada más elegante. Dejando pequeña la historia, inmóvil desde que la fuerza de la mítica Libia de 1992 conquistase Zarautz con 19:24.21.

A estribor, la costa zarauztarra, con los aficionados boquiabiertos, el gesto impresionado e incluso entonando ese sonido de admiración, ese ¡ooohhh! que se escucha en los fuegos artificiales, pero ante el cohete rojo. Y disfrutando.

Zarautz, imponente

Eso que el espectáculo Castro eclipsó la otra exhibición de la jornada. La de Zarautz. Los de Mendi dejaron pequeñas a traineras del nivel de Hondarribia, Orio y Tirán. Cogieron proa de regata desde el comienzo, llegaron con una ligera ventaja a la primera ciaboga y asestaron un golpe de autoridad volviendo hacia adentro en el segundo largo.

Sacaban ocho y nueve segundos a Hondarribia y Orio, respectivamente, en la tercera ciaboga, en la que eran segundos en la clasificación virtual contando las doce traineras. Perdieron parte de esa ventaja entre que al proel casi se le va el remo corto y las olas se le escapaban en el último largo. Pese a ello, segundos en la regata y terceros en la Ikurriña, sólo superados por los dos colosos de la ACT: Castro y Urdaibai.

Pulso guipuzcoano

Hondarribia y Orio mantuvieron la lucha más igualada de la jornada. La Mirotza llegó dos segundos antes al primer giro, salió perfecto e incluso llegó a ponerse por delante de Zarautz un instante. Pero la Ama Guadalupekoa apareció en las balizas interiores montado en una ola para ponerse a la par de los aguiluchos. Y así se mantuvieron durante todo el tercer largo. Unidas como por un tiralíneas por las calles dos y tres. Sólo cinco centésimas separaron a las dos guipuzcoanas en ese largo.

En el último, Hondarribia se lució en los metros finales y gozó remando sobre las olas que supo encontrar un guía de lujo como es Ioseba Amunarriz. Cuarto en la regata y quinto en el cómputo de la Ikurriña, la Ama Guadalupekoa volvió a avisar de la intención del verde de colorear lo que resta de temporada.

Esa segunda tanda fue algo más que un aperitivo de lo que vendría luego. Pero el plato fuerte estaba reservado a los cuatro más fuertes de la víspera. Dos favoritos, Urdaibai y Castro, separados por las calles centrales ocupadas por las otras dos convidadas de lujo, Pedreña y San Pedro.

Txanpa espectacular

Castro aguantó bien la salida a romper de Urdaibai e incluso le superó ya para la primera ciaboga. Además la Bou Bizkaia se quedó un poco atascada tras el primer giro y La Marinera pudo exhibir su mejor versión siendo proa de regata.

Sacaba ya ocho segundos a su máximo rival justo antes de que los de Bermeo animaran el espectáculo remero sobre una ola que les devolvió a la regata. Sin embargo, la palada de Castro, bien terminada, volvió a aumentar poco a poco la ventaja en todos los largos. En una regata a la que todavía le faltaba la guinda. La ola con la que La Marinera deleitó a Zarautz. La que acentuó las virtudes de una embarcación imparable. Ésa que un experimentado periodista bautizó como «una ola de 6.000 euros» haciendo referencia al premio que estaba asignado para quien batiese el antigo récord del campo.

San Pedro cumplió con nota un papel difícil entre tanto gallo. Marcó el tiempo de Urdaibai en el primer largo, mejor que Pedreña. Pero antes de la segunda ciaboga quedó atrapado en el agujero que dejó la misma ola que lanzó a la Bou Bizkaia. Se vio ligeramente afectado por el viento que levantó en la tercera tanda y tampoco acertó como los rivales de su tanda a coger las olas en el último largo.

La Telmo Deun de Zumaia impartió la primera lección de la mañana. Una vez más, la tanda le emparejaba a Cabo da Cruz, y de nuevo fue superior a los gallegos. Cogió proa de regata ya en el primer largo, aumentó la diferencia en el segundo y aguantó bien el acoso de una embarcación que siempre termina fuerte. De hecho, Cabo marcó el tercer mejor tiempo en el cómputo global del último largo.

El ambiente remero fue una vez más una de las notas positivas de la jornada. Zarautz acogió a una marea multicolor que inundó sus calles durante toda la jornada y se comportó deportivamente en todo momento. Un nuevo éxito del paso de la ACT por Gipuzkoa, donde volverá el sábado que viene, en este caso a Hondarribia.

Clasificación final de la Bandera de Zarautz:

Clasificación General:

Extraído de: diariovasco.com