domingo. 24.11.2024

En este tramo final de un verano muy atípico retorna la histórica Copa Castro, la regata que une la localidad vizcaína de Getxo con la cántabra de Castro Urdiales. Vuelve este próximo fin de semana y cumple ya 113 años con cerca de 35 veleros participantes que afrontarán dos jornadas en una de las competiciones clásicas del deporte de la vela en el mar Cantábrico.

Una gran parte de los barcos más destacados de las flotas vizcaína y cántabra se presentarán en la salida de una regata en la que las embarcaciones se distribuyen en las clases Crucero, J80 y First Class 8. Todas ellas en busca de la preciosa Copa Castro en un campeonato que se creó en un lejano 1907 y cuyo trofeo es uno de los más perseguidos por las tripulaciones en esta parte del calendario de 2020, adaptado por la pandemia. Así, en cuanto a la seguridad, se seguirán las consideraciones y medidas para la celebración de competiciones deportivas en esta situación de vigilancia sanitaria.

La Copa Castro está organizada por el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club y por el Real Club Náutico de Castro Urdiales, bajo los auspicios de la Real Federación Española de Vela. Las dos regatas puntuables son en un recorrido en línea entre Getxo y Castro (de 16 a 18 millas este sábado 19 de septiembre), mientras la segunda y definitiva, la del domingo día 19, será ya una regata técnica con un triángulo olímpico en aguas de Castro Urdiales de alrededor de 12 millas. El horario previsto de salida de ambas pruebas es a las 13.00 horas. El cómputo de las dos jornadas decidirá al ganador de esta prueba con tanta solera. El ‘Yamamay’ cántabro es el que más veces ha conseguido la victoria tras haber vencido en trece ocasiones.

La Copa Castro está siempre expuesta en el club ganador de la última edición: el Real Club Náutico de Castro Urdiales si el vencedor es un barco cántabro; y en el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club si el que se impone es un barco vasco. Este año el hermoso trofeo ha presidido el club cántabro tras la victoria del ‘Inzenhabit’ de Gustavo Arce en la pasada edición de 2019. Casi 40 embarcaciones tomaron parte en una cita que es una de las competiciones a vela más antiguas de las que se disputan en España y que figura como la primera regata de crucero -en travesía-. La última Copa Castro se decidió con dos barlovento-sotavento con vientos flojos del noroeste tras los que se impusieron, en las distintas divisiones, el ‘Symphony’ de Javier Onaindia en la Clase A, el ‘Inzenhabit’ de Gustavo Arce en la clase B (primero en la general absoluta), el ‘Rooster’ de Miguel Arriola en la C, el ‘Blau’ de Alejandro Ramos en la clase sin certificado, el ‘Freus’ de Christian Jauregui entre los monotipos J80 y el ‘Kosamui’ de Rainer Miller en la clase First Class. La tripulación santanderina del ‘Inzenhabit’ fue la más alegre al levantar la bella Copa Castro en la entrega de premios.

La Copa Castro es un caso único en la vela española, ya que se trata de un trofeo donado por todo un pueblo -Castro Urdiales- y adquirido por suscripción popular entre sus vecinos. Realizado en plata maciza, no ha quedado constancia del precio pagado a principios del siglo pasado, aunque la belleza de sus formas ha sido destacada a lo largo de los años por aquellos que la han podido conquistar.

La desaparición del trofeo, en 1973, durante el incendio de la sede del Real Club Marítimo del Abra, pareció marcar el definitivo final de esta regata que ha superado con creces el centenario. Pero la iniciativa de algunos responsables del Real Club Náutico de Castro Urdiales y del R.C.M.A.-R.S.C. permitió recuperarla. Primero fue la regata, que volvió a disputarse a principios de la década de los años noventa. Después, fue el propio trofeo, del que en 1999 se realizó una réplica idéntica a la donada por el pueblo de Castro en 1908. En esta nueva época de la Copa Castro, el trofeo no podrá ser ganado en propiedad.

La Copa Castro fue creada por el Real Sporting Club en 1907 con un recorrido que discurrió entre los puertos de Getxo y Castro Urdiales. La primera edición fue convocada para el 4 de septiembre de ese mismo año, aunque hubo que suspenderla por imposición de la Comandancia de Marina debido a un aviso de temporal. La regata se disputó finalmente unos días más tarde, sin que quedara constancia para la posteridad el nombre del primer ganador. Esta primera edición es anterior a la creación de la Copa, que fue donada un año más tarde por el pueblo de Castro. Su coste se sufragó por suscripción popular. Según relata Juan Manuel Zubiría en su libro del Real Sporting Club: “Es un pedazo de plata impresionante, un trofeo muy de la época”. El trofeo representa a un marinero sosteniendo una boya en lo alto.

La importancia de la regata en sus primeros años quedó reflejada con la participación de honor que tuvo en su segunda edición disputada en 1908. La Familia Real, con Alfonso XIII a la cabeza, tomó parte en la misma -no fue su última presencia en esta regata-, y tuvo una cariñosa recepción en el pueblo de Castro. Como muestra de ello, el Príncipe de Asturias y el Infante Don Jaime fueron nombrados ese año Socios de Honor. La primera edición en la que hay constancia del ganador fue en 1909. Se impuso el velero ‘Slec’, del Real Club de Regatas de Santander, y propiedad del Marqués de Comillas.

Con tantos años de historia, la Copa Castro acumula innumerables vicisitudes y suspensiones. Entre estas últimas se encuentran las lógicas impuestas por las distintas guerras, aunque destacan las obligadas por las sucesivas desapariciones que ha padecido el trofeo. La primera llegó a raíz de la Guerra Civil. Tras la contienda, los responsables del Club dieron por perdida la Copa, que desapareció del lugar donde había sido guardada. Tan misteriosamente como desapareció, volvió a aparecer en los años sesenta durante una limpieza rutinaria de las bodegas del Sporting Club. En 1973, el preciado trofeo desapareció nuevamente durante el incendio del Real Club Marítimo del Abra y aún sigue en paradero desconocido. Debido a ello, la que se otorga en la actualidad es una réplica de aquella, donada otra vez por el pueblo de Castro Urdiales representado por su Ayuntamiento.

Al ser un trofeo al que solo pueden optar los dos Clubes propietarios y organizadores del trofeo, éste siempre estará expuesto en el club ganador de la última edición: el Real Club Náutico de Castro Urdiales si el ganador es un barco cántabro como ha ocurrido de nuevo este año; y en el Real Club Marítimo del Abra y Real Sporting Club si el ganador es un barco vasco.

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