La presidenta del Partido Popular y candidata a presidir Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, se ha comprometido hoy a construir un hospital en Castro Urdiales para reorganizar la atención sanitaria en el municipio y acabar con los remiendos, las soluciones improvisadas y con un carrusel de desatención para la tercera ciudad de Cantabria.
El nuevo centro sanitario será un hospital de alta resolución, con una capacidad diagnostica equiparable a la de un hospital comarcal estándar y una capacidad terapéutica centrada en la media complejidad para garantizar la atención sanitaria especializada de proximidad y dar respuesta al 80% de los requerimientos de atención hospitalaria de la población censada, de más de 33.000 habitantes, que se dobla los fines de semana y en época vacacional.
El hospital impulsado por el PP contará con las siguientes áreas de atención: consultas y exploraciones especiales, hospitalización polivalente, bloque quirúrgico, urgencias generales, fisioterapia, diagnóstico por imagen y farmacia hospitalaria.
La oferta de servicios será de medicina interna, aparato digestivo, cardiología, neumología, dermatología, cirugía general y digestiva, oftalmología, otorrinolaringología, rehabilitación y medicina física, urología, traumatología, cirugía ortopédica, tocoginecología, urgencias y diagnóstico por imagen.
La presidenta lo ha anunciado esta mañana en Castro Urdiales, donde ha asegurado que el Partido Popular lo ha reflexionado, lo ha analizado con seriedad y rigor, no electoralmente sino racionalmente, con criterios técnicos e indicadores sanitarios, y ha llegado a la conclusión de que es una necesidad objetiva actualizar y reorganizar la atención sanitaria en Castro Urdiales creando un nuevo dispositivo sanitario de referencia para la población. El objetivo de esta decisión y ese este recurso no es otro que la mejora de la eficacia y la eficiencia del servicio cántabro de salud a través de la redistribución de los recursos ajustada a las necesidades reales de la población.
Según ha explicado la presidenta, con este nuevo recurso asistencial se mejorará la accesibilidad de los ciudadanos de la zona oriental a los recursos diagnósticos y terapéuticos, reduciendo al máximo los tiempos de respuesta, y se prestara una atención sanitaria urgente con una mayor garantía de seguridad asistencial.
Buruaga ha destacado, además, que será un centro hospitalario de alta resolución que funcionará con consultas de acto único, que otorgan una respuesta rápida e integral tanto diagnostico como terapéutico en un mismo acto asistencial.
La candidata ha asegurado que este hospital acabará con el carrusel de desatención para la tercera ciudad de Cantabria, donde el Gobierno regional lleva ocho años improvisando soluciones y poniendo remiendos sin ningún resultado y prometiendo servicios y mejoras que no llegan, como el centro de salud junto al polideportivo municipal Pachi Torre. “No hay nada en marcha. Todo queda en promesas vacías y se sigue traduciendo en salas de espera llenas”, ha resumido Buruaga y ha añadido que conseguir cita con el medico y el pediatra en tiempo razonable es una misión casi imposible, a lo que se suma la situación limite de las urgencias en verano y las malas conexiones de transporte con Laredo, para acudir a Sierrallana, y con Valdecilla en Santander.
La presidenta ha asegurado que si los cántabros le dan su confianza el 28 de mayo, va a ser una presidenta con un perfil muy sanitario y su prioridad será reconstruir asistencial y profesionalmente la sanidad de Cantabria. De hecho, ya ha adquirido varios compromisos, el primero, con los profesionales, para firmar en los cien primeros días de Gobierno un pacto profesional por la sanidad publica al más alto nivel para avanzar en la mejora de sus condiciones de trabajo y abordar los retos de futuro.
Y el segundo con los ciudadanos, de reducir las listas de espera en atención especializa poniendo todos los recursos disponibles del sistema sanitario publico al servicio de este objetivo.
Su compromiso es reducir en un año los tiempos de espera a los plazos establecidos en la Ley de Garantías: 30 días para una prueba diagnóstica, 60 para una consulta con el especialista y 180 para una intervención quirúrgica y reducir al final de la legislatura la lista de espera a la mitad, tanto las personas en listas de espera como el tiempo que esperan.