El partido castreño ha denunciado hoy en nota de prensa la situación de abandono de las obras de separación de pluviales y fecales en Santullán.
Para este partido "el único culpable de que las obras no estén finalizadas en tiempo y forma es el equipo de gobierno del ayuntamiento, con la inestimable cobertura de quienes les votan todo a favor, quienes se abstienen en todos los asuntos fundamentales que afectan a la ciudadanía castreña y una oposición inoperante para la que este problema del vecindario de Santullán no existe".
A continuación publicamos la nota de prensa íntegra recibida en nuestra Redacción.
NOTA DE PRENSA
Entre el primer vídeo y el segundo de los que enlazamos a continuación, no hay diferencias aparentes. Ni sustanciales. Pero hay una fundamental: el primero fue grabado el día 28 de mayo de 2020 y este segundo se ha grabado el día 23 de junio de este año.
Es decir, han trascurrido dos años entre ambos y la situación de abandono a la que está sometido el vecindario de Santullán y los visitantes que acceden por ese lugar a la vía verde de Traslaviña es escandalosa.
En la obra para separar la recogida y conducción de aguas fecales y pluviales de Santullán se han cumplido todos los vicios y mala praxis que observan habitualmente los últimos equipos de gobierno municipal:
el precio de licitación de esta obra ascendió a 734.230,76 €.La obra se adjudicó por importe de 526.817,12 €, un 28,25 % inferior al de licitación. Eso asegura problemas a lo largo de toda su ejecución, comenzando por el retraso en el plazo de su finalización.Se formalizó el contrato el día 16 de septiembre de 2019 y se adjudicó la obra a la UTE GICSA COBOSA, con un plazo de ejecución de 4 meses. Por las fechas, entra en juego la justificación perpetua de la pandemia para no finalizar la obra en tiempo y forma. Pero el ayuntamiento de Castro no necesita ninguna justificación para eso. Habitualmente no finaliza ninguna obra de su competencia hasta varios meses después de la fecha límite fijada en el pliego de contratación. Ejemplos sobran: esta separativa de Santullán, el depósito de agua de La Loma, el saneamiento de Dícido, las reforma del Peru Zaballa, la reforma de la Plaza de los Leones, la cubrición del parque infantil de las Marismas, el alumbrado de Montesolmar, el saneamiento de Baltezana norte, la depuradora de oxidación total de El Haya, ….
Viendo que las obras están plagadas de problemas, como todas las que acomete el equipo de gobierno municipal, comienza el esperpento que lleva camino de eternizarse.
La concejalía de obras se rasga las vestiduras y acusa al alcalde pedáneo de Santullán de haber interferido con actuaciones de todo tipo en el transcurso de la obra: desde vertidos de escombro en lugares no autorizados hasta el enterramiento ilegal de amianto, basándose en un vídeo de ínfima calidad en la que es imposible reconocer a quienes en él aparecen ni saber a ciencia cierta qué están haciendo.El equipo de gobierno encarga varias catas en el lugar y, ¡bingo!, en todas ellas aparecen trazas de amianto. Los apoyos externos que rinden pleitesía al equipo de gobierno exigen “la dimisión inmediata en sus funciones del alcalde de Santullán, porque se deben depurar responsabilidades y que paguen todos lo que tengan que pagar por ello. Porque se necesita una sanción ejemplarizante para que jugar con nuestra salud no quede impune”. Todo ello literal, sin despeinarse. Pero sin retractación posterior.El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria pone un poco de luz y cordura en esta fantochada y archiva, a mediados del mes de febrero de este año, la investigación sobre la “trama amianto” y no ve delito en los trabajos de relleno en la explanada que ha resultado de la obra.
El resultado es una obra inacabada y, en la actualidad, un espacio absolutamente abandonado, donde las zarzas crecen por doquier y con las papeleras y bancos que se colocaron en el lugar cubiertos por la maleza.
Y, como no podía faltar en la ciudad paradigma de los vertidos ilegales de aguas fecales a los ríos, también se ha canalizado convenientemente un desagüe combinado de aguas pluviales y fecales para que llegue sin ningún obstáculo al río Cabrera dos kilómetros cauce arriba de la captación de agua para consumo humano de Mioño.
Para completar el espectáculo maloliente y descuidado de costumbre, el desprecio al vecindario que vive a su alrededor, esta vergüenza de tubería de fibrocemento, que conduce aguas fecales, está destripada a cielo abierto en el centro de un grupo de viviendas desde hace una temporada.
"Errudun bakarra gobernua eta haiek onartzen dituztenak dira"
El único culpable de que las obras no estén finalizadas en tiempo y forma es el equipo de gobierno del ayuntamiento, con la inestimable cobertura de quienes les votan todo a favor, quienes se abstienen en todos los asuntos fundamentales que afectan a la ciudadanía castreña y una oposición inoperante para la que este problema del vecindario de Santullán no existe. La competencia de la separativa de Santullán corresponde al ayuntamiento de Castro y su vigilancia es responsabilidad del técnico que la concejalía de obras designó al efecto. Alguien, y no hay que buscar mucho para encontrarlo, ha descuidado su trabajo y ha recurrido al subterfugio fácil de culpar al alcalde pedáneo de Santullán de su dejación de funciones.
El caso es que, casi tres años después de adjudicadas, las obras están judicializadas, lo que, en Castro, significa que están eternizadas. Lo que Castro necesita es que sus políticos hagan eso, política, Y si para ello el ayuntamiento debe asumir, hasta que haya sentencia judicial firme, el coste de la finalización de esta obra, no queda otra alternativa que exigir a los políticos que se sientan en el salón de plenos que hagan eso para lo que fueron elegidos, política, no que haya un equipo de gobierno vengativo que pretende arrearle un puntapié al alcalde pedáneo de Santullán en el culo de todo el vecindario.