Según detalla el edil castreño Alberto Martínez “la Ley del Suelo recientemente modificada deja la protección del suelo rústico en manos de los ayuntamientos, es por ello que es imprescindible que tomemos medidas para proteger, al menos, una parte de nuestro territorio de una especulación urbanística con la que ya tenemos demasiada experiencia en Castro y que nuestro suelo rústico siga siendo precisamente eso.”
“Por este motivo hemos presentado para el próximo Pleno esta Moción solicitando el apoyo de las demás fuerzas políticas para que el ayuntamiento de Castro Urdiales aplique artículo 51.4 de la nueva ley, que deja margen a los Ayuntamientos, que […] mediante Ordenanza municipal, podrán excluir la aplicación de este artículo en todo o parte de su término municipal, así como establecer parámetros más restrictivos y limitativos que los previstos en la misma […] “, ha aclarado el portavoz de Izquierda Unida Pablo Villasante.
Así mismo Martínez afirma que “Dentro de la necesidad imperiosa de proteger los suelos se establece la Estrategia Europea para la Protección del suelo donde se plantea que los suelos merecen y requieren el mismo nivel de protección jurídica que el aire, el agua y el medio marino. Para alcanzar el objetivo de la UE de detener la ocupación neta de suelo de aquí a 2050, los Estados miembros deben fijar, en 2023, sus propios objetivos de reducción de la ocupación neta de tierras a escala nacional, regional y local para 2030 y aplicar la «jerarquía de ocupación de tierras»: evitar > reutilizar > minimizar > compensar… en lugar de sellar nuevas tierras naturales o agrícolas.”
“Por desgracia en Cantabria avanzamos de forma opuesta a nuestras comunidades vecinas y al sentir general europeo, se ha modificado la ley del suelo, estableciendo un perímetro de 200 metros desde el suelo urbano donde se puede construir un variopinto catálogo de edificaciones que van desde viviendas unifamiliares a parkings de caravanas. Eso además supone un modelo urbanístico expansivo, donde hay que llevar servicios de todo tipo a lugares cada vez más remotos, en lugar de facilitar el acceso a los mismos “, añade Villasante.
Para finalizar ambas formaciones tienen claro que “Como ciudadanos deberíamos de haber podido participar en un cambio que afecta de forma tan sustancial al suelo cántabro. La liberación del suelo rústico es una aberración. El suelo es la base de todas las cadenas alimentarias y de la biodiversidad superficial. Un suelo sano contribuye a resolver los principales retos abordados por el Pacto Verde Europeo, como la neutralidad climática, una economía limpia y circular, la reversión de la pérdida de biodiversidad, el suministro de alimentos sanos, la protección de la salud humana y la detención de la desertificación y la degradación del suelo.”