La Audiencia de Cantabria ha condenado a 19 años y medio de prisión al ex guardia civil J.R.M.A. como uno de los dos encapuchados que en febrero de 2000 asaltaron, pistola en mano, la casa de un matrimonio, situada en Cabaña Sierra (Guriezo), al que maniataron y dejaron malherido, después de golpear de gravedad al perro. El tribunal absuelve al otro imputado M.C.P, defendido por Marcos Ruiloba, por falta de pruebas.
J.R.M.A. y M. C.P. fueron condenados condenados en otro juicio días antes a cinco años por haber dado una paliza e intentado secuestrar a una pareja en Castro Urdiales el 22 de agosto de 1999.
La sentencia declara probado que sobre la una y media del día 19 de febrero de 2000, J. R. M. A., de 32 años y ex guardia civil, junto a otra persona no identificada, se desplazaron a Guriezo al domicilio de la familia Puente Pardo, donde se encontraban los esposos. El condenado y su acompañante entraron con guantes negros y encapuchados para evitar ser reconocidos y, tras golpear y malherir al perro de raza pitbull de los dueños de la finca para impedir que ladrara, encañonaron con sendas pistolas al matrimonio, al que golpearon con aperos de labranza y patadas. Después de maniatar y amordazar a los esposos, les trasladaron a la cuadra, al tiempo que les preguntaban dónde se encontraba el dinero y dónde estaba su sobrino. Después registraron la vivienda sin encontrar nada.
Cuando ya eran las dos de la tarde, llegó a la vivienda el hijo del matrimonio, a quien los dos encapuchados acometieron con palos y herramientos agrícolas, le encañonaron con las armas y le inquirieron también sobre el dinero y el primo. A continuación volvieron a registrar la casa hasta que aquél, aprovechando un descuido de los asaltantes, saltó por una ventana y logró huir dando la alarma a la Guardia Civil de Guriezo.
Sobre las cuatro de la tarde, los dos encapuchados se dieron a la fuga sin conseguir su propósito, utilizando para ello el vehículo propiedad del matrimonio que tenía las llaves puestas. El matrimonio permaneció atado en la vivienda hasta que la mujer consiguió desatarse y después liberó a su esposo.
Cuando la Guardia Civil llegó a la vivienda una hora después, trasladó a la pareja al hospital. Como consecuencia de las agresiones el matrimonio sufrió distintas lesiones.
El hijo del matrimonio apareció asesinado en Carranza (Vizcaya) en julio del 2001, un crimen que está sin resolver. Los guardias civiles que le tomaron declaración el mismo día de los hechos declararon que identificó al ex guardia civil J.R.M.A. como uno de los dos encapuchados. También se lo contó su madre, a quien le confesó qué conocía a uno de los asaltantes.
Fuente: eldiariomontanes.es