La militancia castreña socialista, representada ayer en rueda de prensa por un grupo de afiliados, anunció que se dirigirá por escrito al Comité Federal de Ética y Garantías del PSOE para denunciar «la indefensión que todos los militantes estamos sufriendo en el municipio. También seguiremos pidiendo el retorno de nuestros compañeros, injustamente expulsados del partido».
En rueda de prensa, Kepa Gabancho, uno de los portavoces de los militantes, afirmó ayer que este grupo representa al 60 por ciento de la militancia castreña que está disconforme con la actuación de la gestora local que se puso en marcha el pasado mes de junio y está presidida por José Guerrero, secretario de Organización del PSOE en Cantabria.
Gabancho anunció que se enviarán escritos a la Ejecutiva Federal y a la secretaria general de los socialistas en Cantabria, Dolores Gorostiaga, «para explicar como sucedieron realmente los hechos el pasado viernes en la Casa del Pueblo de Castro Urdiales». Cabe recodar que ese día un nutrido grupo de la militancia socialista castreña fue a registrar una solicitud de asamblea cuando se produjeron incidentes en el interior de la Casa del Pueblo, unos hechos sobre los que existen dos versiones diferentes. Así, desde la gestora se denunció que un grupo de militantes agredió a un componente de este órgano local y causó destrozos en la sede, mientras que la militancia castreña indica que «la gestora falsea los hechos, no hubo tal agresión, ni destrozos». Según los militantes socialistas, «los miembros de la gestora nos siguieron por la escalera, un acto de coacción que derivo en encontronazos y descalificaciones por ambas partes y, al abandonar los afiliados la Casa del Pueblo, se cayó una bandera que provocó la caída al suelo de un jarrón».
Por otra parte, los militantes socialistas de Castro Urdiales anunciaron también ayer que no denunciaran estas presuntas coacciones, «porque no queremos criminalizar nada que suceda dentro de nuestro partido o en nuestra sede y debemos tener la capacidad de resolverlo internamente y no llevarlo ni al juzgado ni a la Guardia Civil».
Para los militantes socialistas, «rufinistas y no rufinistas, de todas las tendencias», «la gestora es inoperante, tiene una actitud dictatorial y busca seguir aplicando, desde la minoría, una dictadura política». Ayer pidieron «respeto hacia la militancia y que se dejen de hacer discursos negativos, que su incapacidad no se vea justificada con falsedades y manipulaciones como las del viernes».
Soluciones
Los militantes socialistas proponen «buscar una solución a la crisis con la apertura de un proceso democrático para la elección de una nueva ejecutiva local elegida democráticamente por los afiliados». A su juicio, «no podemos aceptar a una gestora inoperante que si tuviera el más mínimo talante y honradez política ya habría puesto sus cargos a disposición del partido».
Fuente: eldiariomontanes.es