Cantabria se encuentra en alerta máxima, sedienta, con una sequía más dura que la registrada hace dos años y que ocasionó estrictos y largos cortes de agua en muchos municipios, sobre todo de la zona oriental. Por ello el Gobierno regional advierte de que si este fin de semana no se reduce el consumo en un cinco por ciento los cortes de suministro serán inevitables.
Estos tres días son históricamente los de mayor consumo de agua anual. Para ahorrar ese cinco por ciento bastaría con algo tan sencillo como evitar los riegos de jardines, razón por la que la Dirección General de Obras Hidráulicas ha comunicado a los ayuntamientos, que ya han emitido bandos, la prohibición de regar.
La situación se ha aguantado hasta ahora, explicó el director de Obras Hidráulicas, Francisco Martín, gracias a las obras abordadas por el Ejecutivo en los dos últimos años y a los tramos de la Autovía del Agua ya en marcha. Si no fuera por ellos, los cortes ya se habrían producido porque el índice de pluviosidad de este verano es inferior al de 2003 y además el consumo se ha incrementado este verano un nueve por ciento, un crecimiento superior a los registrados otros años que eran del 7 ó el 8%. Con las infraestructuras de hace dos años, las restricciones en los municipios del Plan Asón estarían siendo de toda la noche, y de hasta ocho horas en el Plan Aguanaz. Castro Urdiales, cuyos ríos Brazomar y Mioño están casi secos, también habrían sufrido durísimos cortes.
Sin embargo, Castro Urdiales se mantiene por el momento gracias a la captación del pantano del Juncal y el Plan Asón ha aguantado hasta ahora por la nueva tubería de conexión Ampuero-Limpias y el depósito nuevo de Noja.
En el caso del Plan Aguanaz los niveles se han mantenido hasta ahora gracias a un sondeo nuevo que aporta 30 litros por segundo, destacó el director de Obras Hidráulicas quien indicó que cuando esté concluido el bitrasvase Ebro-Besaya-Pas estas situaciones no volverán a repetirse.
Si esa meta del ahorro de un cinco por ciento no se logra, los cortes empezarán de forma inmediata la próxima semana. Estas restricciones podrían ser de toda la noche en el Plan Asón y de unas cinco horas, también por la noche, en el Plan Pas, señaló el director de Obras Hidráulicas.
No regar
Martín hizo hincapié en el hecho de que con eliminar los riegos este fin de semana se lograría un ahorro de agua suficiente para aguantar otra semana, y así ir manteniendo la situación hasta que llueva. De hecho, los riegos son una grave amenaza en tiempos de sequía.
Por ello, desde el Gobierno se exige una implicación de los ciudadanos y una concienciación para un consumo razonable, y a los riegos añaden no lavar los coches y cerrar los grifos evitando mantenerlos abiertos mientras ses lavan los dientes o jabonan en las duchas.
El director de Obras Hidráulicas explicó que el Gobierno no quiere aumentar la presión sobre los ríos porque no se quiere poner en peligro los ecosistemas de las aguas continentales.
Por eso serán muy estrictos con el cumplimiento de la prohibición de regar y «se pondrá énfasis en que se cumplan las sanciones».
Ejemplo de ahorro
Como ejemplo, Francisco Martín explicó que si se logra ese ahorro del cinco por ciento este fin de semana, solo en el Plan Asón se ahorrarían 80 litros de agua por segundo, lo que suponen siete millones de litros en un día. Esta reducción del cinco por ciento que el Gobierno se ha puesto como meta este fin de semana permitirá llenar los depósitos de la región y aguantar unos días más sin cortes.
Pero si la situación de sequía no da un giro, se necesitará la total implicación de los usuarios para mantener el suministro el resto del verano.
Fuente: eldiariomontanes.es