La presencia en la fosa de una hebilla como las que tradicionalmente usaban en su vestimenta los soldados republicanos y los testimonios de los vecinos del pueblo, principalmente de uno de ellos que asegura haber sido testigo del entierro de los cuerpos, llevan a la asociación a creer que se trata de víctimas republicanas.
Ahora, la identificación de uno de ellos está pendiente de realizar una prueba de ADN que compare su código genético con el de una mujer que cree ser su sobrina.
Según las hipótesis que baraja el colectivo, a partir del relato del testigo del enterramiento, los esqueletos son de dos soldados que llegaron al pueblo de Talledo, en el municipio de Castro Urdiales, a finales de agosto de 1937, cuando marchaban en retirada. Allí, los soldados, de entre 20 y 25 años, fueron detenidos por la Guardia Civil y fueron ejecutados por un grupo de falangistas, relató Ontañón.
IMPACTOS DE BALA
El presidente de la asociación Héroes de la República explicó que, según el informe de la exhumación, que fue dirigida por el antropólogo Francisco Echevarría, de la sociedad Aranzadi, los cráneos presentan impactos de balas.
Antonio Ontañón recalcó que se trata de la"primera exhumación de una fosa común" en Cantabria y lamentó que, mientras el Gobierno vasco les ha "felicitado" por la labor que desarrollan, el Ejecutivo cántabro ni siquiera les recibe. En este sentido, aseguró que la asociación ha solicitado entrevistarse con el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, quien, por el momento, "no se ha dignado" recibirles.
Tras subrayar que su intención no es "abrir viejas heridas, sino rescatar" a sus muertos y "cerrar las heridas que siguen abiertas", Ontañón criticó el "agravio comparativo histórico" que se da en Cantabria, donde el tratamiento dado a las "víctimas franquistas", contrasta con la "falta de atención continua y reiterada a las víctimas del bando republicano".
SILENCIO CÓMPLICE
Igualmente, rechazó el "silencio cómplice que ha hecho posible esta injusta situación" y reprochó al Gobierno regional por "desoír", "no acatar" e "inhibirse" respecto a la proposición no de ley aprobada en mayo de 2004 en el Parlamento cántabro, en la que se instaba a las instituciones a apoyar cualquier iniciativa de reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo planteada por las familias.
Por último, propuso que se creen dos becas para recién licenciados de Historia por la Universidad de Cantabria para que elaboren un inventario definitivo de las fosas comunes de Cantabria y se proceda a las exhumaciones que las familias pidan.
Fuente : eldiariomontanes.es