La Consejería de Ganadería ha requisado y sacrificado a cinco reses localizadas en unos pastos del pueblo de de Otañes, en Castro Urdiales, que carecían de crotal, el pendiente con el que obligatoriamente tienen que estar identificadas todas las cabezas de ganado bovino para su control y seguimiento sanitario.
En un comunicado, la Consejería explica que la intervención de los animales se realizó en un monte público, gracias al servicio de vigilancia de los pastos que ha establecido y a la colaboración del sector ganadero, ayuntamiento y demás entidades locales.
La actuación fue supervisada por un veterinario oficial y contó además con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Ganadería resalta «el riesgo sanitario» que supone para las explotaciones de la zona la presencia de reses no identificadas y asegura que su intervención y sacrificio tienen como objetivo proteger los ganaderos que sí «cumplen las garantías sanitarias y preservar la viabilidad» de su actividad.