Greenpeace considera que la situación del litoral cántabro "ha empeorado en el último año" y sostiene que la Administración autonómica "ha actuado como una de los principales agentes de la degradación del litoral al fomentar su urbanización y la construcción desmedida de puertos deportivos".
Así se refleja en el informe 'Destrucción a toda costa 2005', presentado hoy, en el que Greenpeace resalta que Cantabria, "a diferencia de sus vecinos asturianos y vascos, no valora la riqueza que aporta su costa, lo que se ha traducido en políticas irracionales que han permitido desmanes urbanísticos en su litoral, auspiciados por la desidia del Ministerio de Medio Ambiente, que tan sólo ha delimitado el 10% del dominio público marítimo-terrestre de su costa".
Greenpeace denuncia que prácticamente en toda la costa cántabra, desde Castro Urdiales hasta San Vicente de la Barquera, se construyen viviendas destinadas al turismo residencial. Añade que la apertura de la autovía del Cantábrico y de varios tramos de la de La Meseta ha potenciado las nuevas construcciones y destaca que cuatro urbanizaciones, con campo de golf incluido, están pendientes de aprobación en el litoral.
Para la organización ecologista, la aprobación del Plan de Ordenación del Litoral (POL) de Cantabria en octubre de 2004, "cuya supuesta finalidad es la protección de los bienes costeros, deja la puerta abierta a todo tipo de actuaciones que nada tienen que ver con la protección y conservación de la costa".
Pese a ello, añade, impone limitaciones sobre la construcción en el litoral "desatando las iras de algunos municipios costeros y especialmente del Partido Popular", que ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra el POL. Greenpeace destaca en este sentido que la existencia de una normativa que regule las actuaciones a realizar en la costa es "la mejor garantía de la supervivencia de las características ambientales de la costa cántabra".
"De la conservación y cuidado depende en gran parte la buena marcha del turismo en esta región costera que no parece saber apreciar el valor de su litoral y realiza obras que alteran la fisonomía de las playas", agrega.
PUERTOS DEPORTIVOS
A juicio de Greenpeace, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el litoral de Cantabria es la construcción de nuevos puertos deportivos. El Plan de Puertos, que se encuentra todavía en una fase inicial de redacción, prevé la construcción de casi 4.000 nuevos atraques, una cifra que para la organización ecologista, "no obedece a estudio alguno que la justifique".
Añade que "desde el Ministerio de Medio Ambiente ya se ha informado de los riesgos ambientales y económicos del plan", cuyas principales actuaciones se concretan en Laredo, Castro Urdiales, Santoña, Colindres, Pedreña, Suances, San Vicente de la Barquera y Comillas.
Por último, el informe analiza la contaminación presente en el litoral español. "El crecimiento mal planificado de las urbanizaciones en la costa sin las necesarias instalaciones para la depuración de aguas residuales" es, según asegura, "un hecho común en muchos municipios costeros".
Greenpeace destaca en Cantabria casos "tan graves" como el de la playa de Usgo, en Miengo, que recibe los vertidos industriales de la empresa Solvay, a los que se añaden otra decena de playas contaminadas a diario por vertidos de aguas residuales. Es el caso de las playas de la Concha y Cuchía en Suances, Portío y Cerría en Piélagos, Loredo en Ribamontán, Luaña en Cóbreces, Arnía en Santa Cruz de Bezana o la de Brazomar en Castro Urdiales.
Todas las administraciones con el Ministerio de Medio Ambiente a la cabeza deberían dedicar sus esfuerzos y presupuestos a mejorar esta situación, concluye Greenpeace.
Fuente: cantabriaconfidencial.com