La Diputación de Vizcaya mantiene su decisión de desvincularse de la línea de autobús que une Bilbao con Castro Urdiales. Hace pocas semanas la institución foral inició el expediente para desanexionar ese trayecto de sus competencias, lo que supondrá que ya no habrá más subvenciones -1'6 millones de euros este año-.
La medida no es definitiva, dado que el trámite debe ser aprobado por las Juntas Generales. Sin embargo, la decisión de los responsables forales parece clara, y es sólo un paso más de los dados desde que el pasado mes de octubre el diputado general, José Luis Bilbao, anunciase recortes en Bizkaibus.
La empresa Encartaciones gestiona el trayecto,que utilizan 800.000 viajeros al año, por una concesión del Ministerio de Fomento que caduca en 2012. Es el órgano central el que establece los precios del billete y aprueba los horarios del servicio. «La única orden que hemos dado a la firma es que haya un autobús a Castro cada hora. El resto es cosa suya», confirman desde la Diputación. De hecho, actualmente, la frecuencia de salida del transporte es cada 30 minutos, «como estipula el contrato entre Encartaciones y Fomento», explicaron ayer desde el comité de empresa.
El problema, transformado en temor entre los usuarios, es que la retirada de la subvención obligue a la concesionaria, ubicada en San Fuentes, a reducir la frecuencia. En este sentido, ayer varios usuarios daban por hecho que la medida se iba a tomar esta semana. «Me han dicho que en dos o tres días, sólo habrá autobús cada hora y media o dos horas. Es una vergüenza», lamentaba una viajera.
No obstante, el comité de empresa desmintió este extremo, aunque reconoció que la posibilidad existe. «El jueves tenemos una reunión con el director de Transportes y veremos qué pasa. Pero si los recortes se materializan, perderemos 50 puestos de trabajo», explicaron, al tiempo que anunciaron que, si no hay acuerdo, podrían convocar una huelga general.
Mayoría de vizcaínos
El diputado del PSE en las Juntas Generales, Josu Montalbán, criticó la decisión foral de retirar la subvención a la línea «ya que la mayoría de los usuarios proceden de Vizcaya». Sin embargo, también lamentó que el Gobierno de Cantabria no «haga nada, porque es un tema que también afecta a sus ciudadanos». Por su parte, el alcalde de Castro, Fernando Muguruza, manifestó desconocer las intenciones de la Administración vizcaína. En abril, el pleno municipal decidió mediar entre las administraciones implicadas, pocos días después de que la Diputación retirase la subvención a los jubilados.
Fuente: elcorreodigital.com