La oposición en el Consistorio de Castro Urdiales impidió ayer que saliera adelante una propuesta del equipo de gobierno local -formado por PRC, PP e IU- para apartar del servicio activo al interventor municipal «por cometer faltas graves».
El punto, incluido en el orden del día del pleno, no llegó ni siquiera a debatirse. El alcalde, Fernando Muguruza, debió someter a votación la urgencia del mismo a instancias del edil Pedro Olano, expulsado del PSOE. Y, finalmente, los votos en contra de los tres concejales socialistas y los nueve no adscritos bloquearon su discusión.
Con anterioridad y de modo inesperado, el primer edil decidió unilateralmente tratar el tema a puerta cerrada y ordenó la expulsión del salón de plenos de la prensa y el público, lo que provocó una ola de protestas. Muguruza argumentó su decisión en base al precepto de que estaba en juego «el honor de una persona», algo contemplado en el reglamento. No obstante, no sometió a votación ese dictamen como marca la ley.
Por su parte, el interventor, Fernando Urruticoechea, insistió en que está siendo sometido «a un linchamiento público» por parte del equipo de gobierno. «Se ha representado una comedia para impedir que presente en un juicio pruebas», declaró tras revelar que denunciado de nuevo a los responsables locales «por incautación ilegal de documentación».
Fuente : elcorreodigital.com