El ruido generado por los vehículos que diariamente circulan por la autovía A-8 a su paso por Castro Urdiales resulta 'molesto' para los ocupantes de las viviendas próximas, según se desprende de un estudio acústico encargado y financiado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales. Los datos han sido recabados por el Instituto de Medio Ambiente Europeo que ha realizado 84 mediciones en puntos cercanos a la autovía tomados en su mayor parte en viales y en las fachadas de los edificios en su proximidad. Se han medido puntos situados en el tramo comprendido entre las pedanías de Ontón y Oriñón, durante una media de 15 minutos.
Con el fin de atender las demandas de los vecinos afectados, la concejalía de Medio Ambiente solicitará al Ministerio de Fomento que acometa las obras de insonorización parcial mediante la instalación de mamparas de metacrilato que tienen mayor amortización acústica y menor impacto visual. El Ayuntamiento solicitará a Fomento la ejecución de las obras ya que éstas suponen un inversión importante para las arcas municipales, 480.000 euros por kilómetro, y por ostentar Fomento la propiedad de los terrenos, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan Tomás Molinero. Se urgirán los trabajos en los puntos mas cercanos a núcleos de población o viviendas afectadas.
Más de 55 decibelios
En las conclusiones, el estudio señala que «todos los puntos estudiados en horario nocturno sobrepasan la medida más restrictiva de 55 decibelios». Se han tomado como valores de referencia las recogidas en la ordenanza municipal sobre ruidos y vibraciones aprobada en 2004 y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Ésta última señala que no se deben sobrepasar los 65 decibelios en horario diurno ni los 55 nocturnos.
Se da la circunstancia, según apuntó ayer el concejal de Medio Ambiente y Patrimonio Arqueológico, Juan Tomás Molinero (PRC), «el 80 por ciento de los edificios afectados por el molesto sonido que puede llegar a afectar a la salud no existía cuando se ejecuto la autovía». Pese a ello, el departamento de Medio Ambiente tratará de rebajar el nivel de ruidos para dar solución al problema de los vecinos.
Con este fin, en un primer momento, se ha realizado el estudio acústico, en el que al Ayuntamiento ha invertido 11.200 euros. Tras las mediciones, el estudio propone soluciones que pasarían por instalar pantallas acústicas con un aislamiento mínimo de 10 decibelios con el fin de atenuar los ruidos mediante el incremento de la absorción acústica en la cara más expuesta al ruido, es decir la autovía.
Fuente: eldiariomontanes.es