Me dirijo a ud. para expresarle el malestar de los vecinos de Plaza Argenta en Castro Urdiales por la situación que sufre esta plaza. Diariamente sufrimos la estancia de diversos grupos de jovenes que pintan las fachadas de las viviendas circundantes, destrozan mobiliario urbano, se enfrentan verbalmente a vecinos cuando estos pretenden acceder a sus portales, fuman porros dento de los portales, dan balonazos en las ventanas, circulan con bicicletas a gran velocidad por la pequeña plaza entre niños y niñas que juegan en su plaza.
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Estos jóvenes ni siquiera son vecinos de la plaza. Se ha avisado en múltiples ocasiones a la Policia, cuando se han producido estas situaciones y, aunque han acudido, no han podido o sabido imponer su autoridad. Se les rien a la cara y encima la policia te devuelve la llamada desde el móvil estando junto a los gamberros para decirte "dicen que ellos no han sido".
Nos encontramos con una gran impotencia ante el cariz que estan tomando los acontecimientos. Desde el Ayuntamiento...¿cómo nos pueden ayudar?. Nos gustaría contar con su apoyo y comprensión.
Gracias por su atención.
Fdo. Atlante, un vecino "harto" como tantos
Estimado Atlante:
Como probablemente sepa, yo personalmente sufro desde hace mucho tiempo el problema de gamberrismo en esa misma plaza. Todos los ciudadanos, de cualquier edad, tienen derecho a disfrutar ésta o cualquier otro lugar público, siempre que lo hagan con el debido respeto.
Por otro lado, las garantías constitucionales no permiten ninguna actuación frente a un ciudadano del que no se posean pruebas de mal comportamiento, nos asiste a todos la presunción de inocencia.
Cuando yo personalmente he requerido a algún testigo para que firme y testifique contra alguno de estos gamberros que rompen mobiliario urbano y se comportan de forma tan incivilizada, la respuesta ha sido siempre negativa por temor a dar la cara o ser tenido por "chivato". Sin esta participación ciudadana, que denuncie y se comprometa con el orden en la ciudad, es imposible que resolvamos nada. Además, por supuesto, se precisa la implicación profesional de los agentes de la autoridad y los poderes públicos.
En la medida que me corresponde, le aseguro que el orden y el civismo, dentro del estricto respeto a las libertades individuales, es mi primera meta como político; pero por el momento no me encuentro correspondido por los otros eslabones a los que he hecho mención, totalmente necesarios para mantener dicho orden en la ciudad.
Un saludo,
Fernando Muguruza