Cantabria es una comunidad autónoma de cuento. Sus playas de contrastes, sus picos, valles y montañas, sus bosques y parques naturales y su clima, le aportan un aire de misterio y melancolía. Además está llena de rincones y lugares emblemáticos que visitar. Ante la variada oferta turística, resulta difícil decantarse por un alojamiento.
Sigue estos consejos a la hora de elegir tu casa rural en Cantabria para sacarle el máximo rendimiento a tu escapada.
1. Define tu viaje
La diferencia entre un buen viaje y uno que recordaremos para toda la vida está en una correcta planificación. A la hora de elegir dónde nos vamos a alojar, lo primero que necesitaremos saber es qué queremos y con quién viajaremos. No es lo mismo un viaje para toda la familia, que una escapada romántica. Si viajas con niños, puede ser interesante escoger un alojamiento que disponga de actividades infantiles. Para los viajes en pareja, mejor lugares remotos y tranquilos. Si el viaje es con un grupo de amigos y lo que queréis es conocer gente, quizás un albergue sea la mejor opción.
2. El dinero
Es verdad quien hay tiene el dinero por castigo, pero el resto de los mortales debemos andar controlando el gasto. Viajar es siempre una inversión rentable que nos enriquece en experiencias, conocimiento y otras formas de ver la vida pero, obviamente, nuestra economía marca una barrera de las cosas que podremos hacer. ¿O ya no te acuerdas de cuando eras un joven mochilero que se alojaba en habitaciones comunales y comía bocadillos a diario? Muchas casas rurales lanzan, en determinadas fechas, ofertas que son irrechazables. Esta es una muy buena manera para decidirte. ¡Nadie es inmune al efecto hipnótico de los chollos!
3. Ubicación
Aunque en Cantabria las distancias no son determinantes -siempre y cuando dispongas de coche, ya sea propio o de alquiler-, sí que conviene buscar acomodo en un lugar que quede cercano a aquellos lugares que queramos conocer. Si por ejemplo quieres visitar los Picos de Europa, lo más recomendable es quedarte en la zona occidental: Potes, San Vicente de la Barquera, Comillas... el límite podría ser Santillana del Mar. Para visitar la zona oriental, donde se encuentran la playa de Berria, el faro del Caballo o el puerto de Castro Urdiales, por ejemplo, no deberíamos alejarnos más allá de Puente Viesgo o Cabárceno. Se trata de pasar más tiempo en los lugares y menos en el coche; no se puede comparar el salpicadero de nuestro vehículo, por bonito que sea, con el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal o con la cueva El Soplao, ¿no?
4. Qué hacer
Por último habrá que tener en cuenta algo que está muy ligado a los anteriores puntos. Dependiendo de qué intenciones tengamos elegiremos una casa rural u otra. Es fundamental escoger un lugar atractivo, no solo un dormitorio. Que el lugar donde reservemos y sus alrededores tengan sus propios reclamos, como por ejemplo Comillas -con el Capricho de Gaudí, el palacio de Sobrellano o su Universidad Pontificia-, será más interesante que ir a un lugar que solo nos ofrezca cobijo por la noche. Así que investiga qué cosas se pueden hacer en Cantabria y cuáles te interesan más y en base a eso -y a los demás puntos- busca tu casa rural perfecta.