Tras la primera vacunación de este domingo en el CAD Cueto, uno de los centros residenciales más grandes de Cantabria, con 187 residentes y 195 trabajadores, la Consejería de Sanidad continuará el plan de la campaña por el resto de usuarios y personal de todas las residencias de Cantabria, por ser uno de los principales colectivos más vulnerables a los efectos de la COVID-19.
Para ello, cuatro equipos de enfermería irán cubriendo a partir de este lunes todos los centros de personas mayores, aunque aún no ha trascendido la fecha concreta en la que se espera que la vacuna llegue a los centros de Castro Urdiales.
La vacunación está programada para todas las personas, incluidas las que han pasado la enfermedad, y las únicas personas que tendrán que esperar para vacunarse son las que estén en fase aguda de aislamiento, bien por ser caso positivo o contacto estrecho de un positivo.
Para vacunarse es preciso consentimiento verbal, salvo personas que tengan limitada su capacidad para tomar decisiones que requerirán del consentimiento de la familia o el tutor legal. Las personas que rehúsen vacunarse se incorporarán a un registro nacional, idéntico para todo el país cumpliendo la normativa de protección de datos.
El ritmo de vacunación va depender de la llegada de las vacunas, que está previsto sea semanal. A medida que vayan llegando a Cantabria, se irán administrando a los residentes, que son el grupo de vacunación prioritario. Los equipos de vacunación trabajarán en turnos de mañana y tarde para agilizar el proceso en las residencias, y podrán aumentar en función de la llegada de más dosis.
La vacuna se almacena conservada a 80 grados bajo cero en ultra-congeladores. Para vacunar hay que descongelar previamente el vial y una vez diluido con suero salino debe utilizarse en 6 horas como máximo para que no pierda efectividad. De cada vial se extraen cinco dosis.