Los vecinos de Ontón asisten entre la indiferencia y la preferencia de
muchos por pertenecer a Muskiz a la batalla que libran Cantabria y
Bizkaia por la titularidad de esta pedanía castreña.
Ni me
va ni me viene, la verdad. Que hagan lo que quieran. Si al final no
somos nosotros quienes lo vamos a decidir...". María Luisa limpia
botellas en su bar de Ontón, La Plaza. Aunque vecina de Mioño, esta
mujer lleva más de veinte años al frente de este establecimiento,
prácticamente vacío esta tarde de invierno y en el que resuena el
acento venezolano de la telenovela que se emite en ese momento. Sólo un
hombre apura una Coca-Cola acodado en un rincón. "Soy de Cruces, pero
me gusta venir aquí. Llevan ni sé los años con esa polémica. Esto es
Cantabria de toda la vida. Bah...", chasquea la lengua cuando se le
pregunta.
María Luisa, algo reticente a hablar
sobre el deslinde representa el sentir general en esta pedanía de
Castro Urdiales, envuelta en una polémica sobre su pertenencia a
Cantabria o a Bizkaia; un litigio que se vive con cierta indiferencia
entre los vecinos, aunque muchos de ellos no ocultan su preferencia por
incorporarse al municipio de Muskiz. "Igual estábamos mejor con
Bizkaia...", medita en voz alta, paño en mano "Y tenemos más relación".
Muchos de ellos arremeten contra la localidad cántabra; no entienden su
empeño por reclamar la pedanía y ni el "abandono" que sufren. "Castro
nunca se ha preocupado por nosotros", critican muchos.
Ontón
es una pedanía de unos mil habitantes -"creo que empadronados somos
quinientos, pero viviendo más, vizcainos la mayoría, que prefieren
seguir empadronada allí por el tema de los servicios, vienen
prácticamente a pernoctar", apunta un vecino-, dividido en varios
núcleos: Burzaco, entre la carretera general y la costa; Baltezana, El
Manzanal, Otañes, Talledo... encajados en la vaguada. Las numerosas y
novísimas urbanizaciones, de generosos duplex; las viviendas
unifamiliares que se siguen construyendo o se restauran, y sus calles
vacías le confieren un aire a medio camino entre un lugar de veraneo y
una ciudad dormitorio. "Os va a costar encontrar gente por la calle, y
más hoy con el frío que hace", advierte un obrero que trabaja en la
reforma de una coqueta vivienda. El único bar, con ultramarinos
incluido, que hay en Burzaco, el Casa Pedro, da testimonio de que nos
encontramos en pleno camino de Santiago. Dear peregrino. Actually is not hostel for peregrinos in Ontón, the next is Castro Urdiales. Buen camino!! Peregrino!!
"Es
un tema de instituciones, que nunca se han molestado para nada y ahora
empiezan con esta historia no sé muy bien a fin de qué... Siempre ha
estado ahí la polémica y no se ha hecho caso nunca del tema. No se va a
solucionar tan fácil; cambiarán las corporaciones, se olvidarán y
dentro de unos años pasará lo mismo". Jesús María González Aguirre
formó parte de la junta vecinal de Ontón durante 12 años y hoy en día
asiste, entre el hastío y la incredulidad, al enésimo capítulo de esta
pelea. "Aunque gane Muskiz, ni siquiera me va a afectar a mí. Me sigo
quedando en Cantabria. ¡Mira qué desgracia tengo!", bromea, señalando
el famoso río Sabiote, apenas un hilo de agua, que Muskiz reclama como
muga y que fluye a las puertas de su casa. "Todavía lo drago y lo
desvío por detrás...".
González defiende la
teoría de que los terrenos pertenecen a Cantabria -"siempre hemos
entendido que el deslinde de las provincias eran las vertientes del
Mello y los veteranos del pueblo así lo confirman"- aunque, si fuera
por él, hoy mismo firmaría por anexionarse a Muskiz. "Y no sólo hasta
el río; hasta Saltacaballos por lo menos", reclama, convencido. "Castro
en la vida se ha preocupado por Ontón. Somos un pueblo de nadie,
estamos dejados de la mano de Dios", se lamenta. Y arremete contra el
"abandono" en el que les tiene Castro. "No estaríamos como estábamos.
El pueblo crece y no hay infraestructuras de nada. No hay orden, no
tiene más que verlo ahí: en una parcela de 800 metros, tres chalets",
señala con el dedo unas obras cercanas. "El Ayuntamiento de Castro para
lo único que quiere estos pueblos es para especular con ellos y sacar
dinero. Porque preocuparse de servicios, cero", denuncia, enfurecido.
"Agua no potable, sin saneamientos... Tenemos una depuradora que
hicieron por el 95 y la mitad de los vecinos no están conectados. Medio
Baltezana se ha edificado y está todavía con pozas sépticas. Algunos
vertidos van a la campa de los vecinos. Esto es tercermundismos puro.
Menos mal que no hemos nacido negros; si no, haríamos los recados a los
africanos".
"¡Es Castro!", advierte Anabel Díez,
en cuanto se le pregunta por el deslinde. "La verdad es que no estoy
muy al corriente...", admite a la puerta de su casa. "Pero a mí me
gustaría que fuera Muskiz, estaría encantada, igual es porque he estado
más por allí. Lo que convivo con Bizkaia, la Diputación se porta mejor
que la de Cantabria. Aquí somos el pueblo más abandonado", se lamenta.
"Cobarón, que es un pueblecito parecido a éste y pertenece a Bizkaia,
está mucho mejor. ¡Pero que no me oiga mi tío!", añade, riéndose.
Anabel trabaja en Bilbao y estudió en Muskiz, "como la mayoría, que
hacemos más vida allí. Como dice una amiga, vivimos en el límite y no
sabemos ni de dónde somos". Pero no cree que finalmente el litigio se
dirima a favor del Consistorio muskiztarra. "No creo que vaya a pasar.
Llevan muchos años hablando de ello, y lo que queda aún..." A lo que se
opone totalmente esta vecina es a que la pedanía se divida en dos, si
finalmente se adopta el río como límite. "No lo veo justo; o todos de
un lado o todos de otro", defiende.
El deslinde
es un tema recurrente en las conversaciones de este apacible pueblo,
aunque la mayoría de las veces no pasa de comentarios anecdóticos, que
a menudo se prestan a bromas. "Se habla, cuando sale en la tele siempre
lo comentamos, pero tampoco andamos muy pendientes", admite una vecina
que pasea por la carretera. Como muchos, enmarcan la polémica en una
cuestión económica. "Todo viene a cuenta de los montes, de cuando el
entonces alcalde de Castro reclamó a Muskiz esa zona de la Bernilla. Y
a raíz de eso, el de Muskiz dijo que iba a hacer todo lo posible por
recuperarlo", añade.
diferentes versiones
"Hoy me han dicho que Ontón fue cambiado por una pelliza de vino"
María
Sebastián está inmersa en plena reforma de su casa. Lleva unos meses
viviendo en Ontón, donde llegó de su Deusto natal "mitad por morriña,
mitad por otras cuestiones". Parte de su familia es de la pedanía y
aquí pasó muchos veranos en su infancia. "Vivir aquí no se paga con
dinero", murmura mientras pierde la mirada en las cumbres que rodean la
vaguada. Aún recuerda cuando Baltezana, el barrio que se divisa desde
su balcón, en Manzanal, sólo eran cuatro casas. "Y mira ahora",
destaca, señalando las numerosas urbanizaciones. Aunque sabe que no es
imparcial, habla con conocimiento de causa y no duda en posicionarse al
lado de Muskiz. "Estoy más apegada a Bizkaia", reconoce. "Y el
Ayuntamiento de Castro yo creo que aquí se queda muy pobre. Les importa
más bien poco, desde la iluminación a la calzada, pasando por los
contenedores. Yo creo que Bizkaia lo tendría mejor".
"Esta
mañana mismo me decían que Ontón había sido cambiado por una pelliza de
vino... ¡No me preguntes ni hace cuánto tiempo ni a quién!", advierte.
Es sólo un ejemplo de la larga letanía de historias, versiones e
interpretaciones de los mismos hechos que confluyen en este debate.
Extraído de: deia.com