Las obras de los túneles de Ocharan de Castro Urdiales concluirán con toda probabilidad la semana próxima y se abrirán al público, haciendo realidad una infraestructura demandada hace décadas por la ciudadanía castreña y que cambiará la movilidad de la localidad.
CastroVerde, partido en cuyo mandato se iniciaron las obras, ha emitido hoy una nota de prensa en la que recuerda cómo se gestó la obra y su papel en las decisiones que se fueron tomando. La nota se acompaña con una serie de fotos del estado actual de la obra en la cual se están dando los últimos retoques para su inauguración en las próximas fechas.
NOTA DE PRENSA CASTROVERDE
Todo comenzó en julio de 2017, tras la convocatoria de subvenciones por parte de la Consejería de Obras, que instaba a los Ayuntamientos a seleccionar aquellas que tendrían previsto ejecutar, las que cofinanciaría con un 70% de su coste y un máximo de 600.000 €.
Con esa oportunidad, en aquel entonces el Ayuntamiento, bajo gobierno de CastroVerde, decidió seleccionar la apertura de los túneles de Ocharan y la 1ª fase del vial de Riomar, ambas estancadas casi dos décadas y con proyectos que hubo que rehacer contrarreloj para optar a la subvención.
Así las cosas, desde ese momento se procedió a estudiar el proyecto primigenio de 2008 y modificarlo, reduciendo la actuación únicamente a lo asumible económicamente por el Ayuntamiento: la apertura de los túneles, vigilando que respetara la autorización preceptiva de Cultura por su afección al BIC del Palacio de Ocharan, que debía conservar el ciprés centenario ubicado sobre uno de los túneles, finalizando la nueva redacción del proyecto en diciembre de 2017.
Al mismo tiempo, hubo que abordar las dificultades urbanísimas que habían hecho encallar el proyecto hasta la fecha: la imposibilidad de ejecutar las obras sin que antes fueran desarrollados las promociones colindantes, ya que parte de la obra no era aún suelo municipal.
Para salvar el escollo hubo que trabajar en un convenio urbanístico que permitiera obtener anticipadamente ese suelo, y una vez llegado a un acuerdo con la propiedad de los terrenos afectados, pudo aprobarse en pleno en abril de 2018.
Paralelamente se realizó una modificación presupuestaria para después poder licitar la obra por el importe del proyecto, mediante un préstamo puente–que se recuperaría con la subvención– y aprovechamientos urbanísticos que el Ayuntamiento aún disponía sin dar uso, de manera que que la obra saldrá sin coste para el Ayuntamiento cuando terminaran los trabajos.
Llegado a este punto fue necesario licitar la obra con el nuevo proyecto, ya con la disposición de terrenos y la financiación, y debía estar adjudicada sin falta antes del 30 de junio de 2018. De nuevo contrareloj. Esta licitación fue la 1ª realizada en el Ayuntamiento con la nueva Ley de Contratos, que tuvo paralizada a todas las administraciones públicas en ese periodo de implantación.
Finalmente, la obra pudo adjudicarse a tiempo a una empresa que no llegó a comenzar los trabajos, por sus pretensiones de aumentar sus honorarios tan sólo dos meses después de haber presentado su oferta. Esto hizo necesario tramitar una resolución de ese contrato, que contó con dictamen favorable del Consejo de Estado, así como solicitar una prórroga de justificación de la subvención y licitar de nuevo los trabajos.
Fue en diciembre de 2018 cuando se adjudicó la obra a una nueva empresa por 705.000 €, que comenzó los trabajos en febrero de 2019 y en abril fue finalmente derribado el antiguo túnel de vehículos.
Durante la ejecución de trabajos sucedieron numerosas incidencias, que fueron agravadas por la mala relación entre la Dirección de Obra y la empresa constructora, que se fueron salvando para que la obra continuara.
Ya en la presente legislatura, para atajar esas discrepancias fue necesario aprobar un modificado de obra, que aumentó el coste un 15% sobre el inicial, que no consiguió eliminar los problemas, principalmente por las diferencias de criterio sobre el diseño proyectado inicialmente, lo que llevó al actual gobierno, el pasado mes de diciembre, a despedir a la Dirección de Obra para garantizar la continuidad de los trabajos.
Y con todo lo anterior, salvo sorpresas, la obra quedará terminada la semana próxima, las incidencias descritas (y otras) quedarán olvidadas, y la nueva infraestructura, que mejorará notablemente la movilidad, pasará a ser parte de la Historia de Castro.
Se adjuntan fotos de la situación actual de los trabajos: