Según ha informado el club de buceo de Castro Urdiales "OK CASTRO DIVE", de Castro Urdiales, en una de las inmersiones organizadas por el club se ha localizado lo que podría ser un ancla lítica de dos agujeros, un tipo de ancla que, según han indicado "podría ser de origen romano o incluso anterior".
"Hemos realizado la notificación oficial al Departamento de Cultura del Gobierno de Cantabría y estamos a la espera de su respuesta", han indicado.
Una ancla lítica de dos agujeros es un tipo de ancla fabricada en piedra, generalmente con dos perforaciones que se usaban para atar cuerdas o cabos, permitiendo su sujeción a embarcaciones. Este tipo de anclas es característico de muchas culturas marítimas antiguas y se ha encontrado en diversas zonas del Mediterráneo, así como en otras regiones costeras del mundo.
Características principales:
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Material: Están hechas de piedra resistente, generalmente caliza o basalto, que soporta bien la erosión y el peso del agua.
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Diseño: Tienen dos agujeros, uno a cada lado, que facilitaban pasar cuerdas para atar la ancla al barco o a otros objetos. Este diseño permitía distribuir mejor el peso y mejorar la sujeción de la embarcación.
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Función: Al estar sumergidas, estas anclas actuaban como un lastre para mantener las embarcaciones en su lugar, especialmente en ausencia de muelles o puertos modernos. Su peso y forma hacían que se asentaran bien en el fondo del mar.
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Uso arqueológico e histórico: Las anclas líticas de dos agujeros son objetos de interés en la arqueología porque ayudan a entender las prácticas de navegación de las culturas antiguas y su relación con el entorno marino. A través de estas, los arqueólogos pueden analizar las rutas comerciales, las técnicas de navegación y el alcance de los intercambios marítimos de distintas civilizaciones.