lunes. 25.11.2024

Los centros educativos de Castro Urdiales se rigen ya por la adaptación de la ‘Guía ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos’ aprobada el pasado viernes por la Comisión de Salud Pública, que integran el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas. Así, las cuarentenas de las aulas de Infantil y Primaria se decretarán cuando se produzcan positivos en siete días entre un porcentaje igual o superior al veinte por ciento del alumnado.

En concreto, se cerrará el aula con un alumno positivo en grupos con hasta cinco alumnos; dos casos en las aulas que cuenten con entre seis y diez; tres en las aulas de entre once y quince alumnos; cuatro en las que tengan entre dieciséis y veinte y, finalmente, cinco en las que tengan veintiuno o más.

Éstas son algunas de las novedades derivadas de la adaptación de la guía sobre las que la Consejería de Educación y Formación Profesional ha informado a los más de trescientos coordinadores COVID de los centros educativos de Cantabria, en una reunión telemática celebrada hoy, y en la que ha participado la consejera, Marina Lombó.

Como en la población general, estarán exentos de la realización de cuarentena y podrán seguir en el aula aquellos alumnos que cuenten con la pauta de vacunación completa o hayan pasado la infección en los últimos 180 días.

Cuando se decrete una cuarentena, Cantabria irá un paso más allá de lo estipulado en el acuerdo y todo el alumnado de un grupo de convivencia estable que no esté vacunado ni haya pasado la infección en los últimos 180 días será citado para la realización de una prueba diagnóstica. Esos alumnos deberán cumplir todo el periodo de cuarentena independientemente del resultado, tal y como se venía haciendo hasta ahora.

La excepción está en las aulas de Educación Especial, tanto las de centros ordinarios como las de centros específicos. En estos casos, un único caso positivo conllevará siempre la realización de una prueba a todos los integrantes del grupo de convivencia, aun cuando no implique cuarentena.

En virtud de la nueva estrategia, los coordinadores COVID deberán informar a las familias del alumnado de Infantil y Primaria cuando se produzca un positivo en el aula de sus hijos, así como al resto del personal del centro relacionado con el aula. Se les indicará entonces que durante los diez días posteriores al último contacto con el caso positivo se extremen las precauciones, se evite el contacto con personas vulnerables, se reduzcan todo lo posible las interacciones sociales y se haga un uso constante y riguroso de la mascarilla.

Coordinadores COVID

Al comienzo de la reunión, Marina Lombó ha agradecido “una vez más” el trabajo y el compromiso de los coordinadores COVID, que “llevan siendo, durante meses, una pieza clave para el mantenimiento de la docencia presencial”.

Ha reconocido especialmente “su trabajo y colaboración” en los días posteriores al 23 de diciembre, un momento con una “altísima incidencia” durante el que siguieron realizando la identificación de contactos estrechos a pesar de haber comenzado ya las vacaciones de Navidad.

La consejera se ha mostrado “esperanzada” de que esta ola sea la “última” con un impacto “tan notable” en el ámbito educativo. “La situación de las aulas de Secundaria, muchísimo más normalizada gracias a la vacunación, nos permite ser optimistas”, ha dicho Lombó, quien ha recordado que, en pocas semanas, el alumnado menor de doce años comenzará a recibir la segunda dosis. “Será un punto de inflexión”.

‘Corredor educativo’

Tal y como han decidido la Consejería de Educación y la Dirección General de Salud Pública en un encuentro celebrado ayer lunes, el corredor educativo seguirá en funcionamiento, y será a través de esta vía por la que se seguirán solicitando las pruebas diagnósticas cuando un alumno o personal del centro muestre síntomas durante el tiempo de estancia en el centro educativo.

Con esta vía, se persigue agilizar la solicitud y realización de las pruebas en casos sospechosos, en un momento en el que la Atención Primaria ha tenido que priorizar las citas urgentes y no demorables.  

Los coordinadores COVID -de los centros e intermedios- llevarán además un registro de los positivos que se produzcan en cada aula de Cantabria, incluidos aquellos que se detecten en pruebas de antígenos realizadas en el propio domicilio, que computarán también a la hora de decretar las cuarentenas. Por esta razón, las familias habrán de comunicar a los centros educativos también los positivos detectados en estas pruebas.

Por otra parte, y tal y como establece la estrategia nacional, adaptada a la nueva variante Ómicron, las pruebas diagnósticas por contacto estrecho –exceptuando las derivadas del cierre de aulas- solo se realizarán a las personas vulnerables. En concreto, a alumnos o personal con inmunosupresión, a las embarazadas y a quienes están al cuidado o convivan con personas vulnerables, así como al alumnado y personal de los centros y aulas de Educación Especial.

En el resto de etapas, las cuarentenas se establecerán como hasta ahora. Así, ante la aparición de un positivo, los coordinadores COVID realizarán el rastreo. Las cuarentenas en este caso serán mucho menores, ya que están exentos, además de quienes hayan pasado la infección en los últimos 180 días, quienes estén vacunados con pauta completa y el porcentaje de vacunación es muy alto a partir de los 12 años.

Las cuarentenas se decretarán con cuatro positivos en aquellas aulas que tengan entre...