La edición 2024 del Festival Sonórica de Castro Urdiales puso ayer sábado su punto final en una jornada marcada por el brusco cambio del tiempo que hizo que la lluvia acompañase a los asistentes durante gran parte de la tarde y hasta bien entrada la noche.
Arrancaba la jornada con un sol de justicia y temperaturas por encima de los 25 grados durante una sesión vermut en la Plaza del Ayuntamiento que contó con las actuaciones de K-Style y Héctor Llamazares.
A esas horas nadie parecía dar crédito a las previsiones que anunciaban mucha lluvia para la tarde-noche, pero en torno a las cinco de la tarde las nubes comenzaron a hacer acto de presencia y antes de las 20:00 ya caían las primeras gotas poco antes del inicio del concierto de Sidonie.
Antes, la banda castreña Copernicus Dreams y Ventiuno ya habían dado inicio a la segunda jornada del festival.
Las gotas se convirtieron en aguaceros para finalmente dejar paso a una fina lluvia que acompañó la actuación de VIcco y que no dejaría de caer hasta finalizado el concierto de Melendi, entorno a las 0:00 de la noche.
El asturiano ayudó a sobrellevar el chaparrón con sus éxitos más conocidos de sus 20 años de carrera. Poco importaba ya la lluvia y los asistentes, ataviados con ponchos disfrutaron de lo lindo la actuación.
Yeico y Toni actuaron a continuación, para dar paso de nuevo al show de Ojete Calor en el escenario principal, ya entrada la madrugada. La actuación del dúo y sus irreverentes letras no dejó a nadie indiferente.
Le tocaba echar el cierre a la jornada y a la edición 2024 del Sonórica a los chicos de Me Fritos & The Gimme Cheetos, una banda que ya dejó muchos fans en Castro tras su participación en la edición 2023 del festival. Los asturianos volvieron a hacer disfrutar al público con sus versiones "punkchanga" de temas muy conocidos y logró cerrar el festival dejando un buen sabor de boca final a los asistentes.
Se despide el festival dejando muy buenas sensaciones, incluso a pesar de la lluvia que no logró empañar una nueva edición exitosa del festival y cuyos asistentes ya descuentan días para el Sonórica 2025.
